Nueva queja de EE.UU. por las trabas
El organismo de comercio envió un informe al Congreso de ese país, con críticas a medidas "de facto"
WASHINGTON.- El congreso norteamericano , que tiene poder de influencia en materia de política exterior, recibió ayer un informe en el que se denuncian, una vez más, barreras comerciales de la Argentina, así como el bloqueo que, en los hechos, implica para comprar bienes en el exterior el control de cambios impuesto por el Gobierno .
"Numerosos empresarios dijeron que la AFIP les autorizó menos divisas que las que pidieron y eso les impidió" acceder a bienes de origen norteamericano, dice el informe que desde ayer tienen en su poder legisladores interesados en la política de Washington hacia nuestro país.
"La Argentina viene aplicando crecientes trabas a la importación" como parte de su "política de sustitución de importaciones, añade el informe, al que LA NACION tuvo acceso.
Elaborado por la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), el documento retoma la denuncia en el sentido de que muchas de esas restricciones se aplican de facto, "sin estar expresadas en ley o reglamentación alguna".
Dice también que muchas veces los empresarios se enteran de lo que deben hacer "por medios informales", como por ejemplo "llamadas telefónicas" de funcionarios argentinos.
Eso particularmente en lo que refiere a la denunciada exigencia de condicionar las licencias de importación a operaciones de exportación por el mismo monto o a inversiones en el país equivalentes.
El informe del USTR se suma a las dos decisiones que aplicó contra la Argentina en los últimos diez días. La primera, con la suspensión de preferencias comerciales a un grupo de exportaciones argentinas, y el viernes último, con la promoción de una dura queja ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El informe sobre barreras comerciales forma parte de las evaluaciones habituales de la administración norteamericana y, en este caso, sitúa claramente a la Argentina entre los países que aplican políticas perjudiciales para el comercio con los Estados Unidos.
Admite que, como lo señala el gobierno de Cristina Kirchner, la balanza comercial entre ambos es favorable a los exportadores norteamericanos por más de 5000 millones de dólares, lo que, además, representa un aumento del 18 por ciento respecto de 2010.
Señala que la Argentina viene aplicando "un número creciente" de procedimientos aduaneros y comerciales que "dificultan" la entrada de productos norteamericanos. Enumera entre ellos "inspecciones adicionales y requerimientos para obtener licencias de importación".
Se hace eco de las quejas de empresarios norteamericanos "con intereses en la Argentina" en el sentido de que todo eso "demora", cuando no "impide por completo", la entrada de los productos al país.
"En el último año, la Argentina fortaleció su política de sustitución de importaciones", lo que afectó la obtención de li- la obtención de licencias para la entrada de productos, así como el requerimiento de funcionarios de que éstas sean compensadas con exportaciones por igual monto.
No sólo "son requerimientos que no se basan en legislación alguna", sino que, además, "muchas veces son comunicados de modo informal" por funcionarios argentinos como, por ejemplo -detalla- "mediante llamadas telefónicas".
Añade que, desde 2008, el país "aumentó significativamente" el listado de productos y bienes que son sometidos a restricciones. Sobre todo, en lo referido a alimentación, computadoras, electrónicos, audio, fotografía, telefonía, juguetes y relojería.
"Las compañías [de estos sectores] se quejan de que no pueden importar a menos que se comprometan a exportar por un monto igual o a realizar inversiones en el país", afirma el documento.
"Obtener una licencia para la entrada de mercaderías es cada vez más costoso", asegura y, en el caso de que se la consiga, "sirve solamente durante sesenta días".
En similar sentido, menciona las crecientes dificultades de minoristas para acceder a divisas internacionales. "La Argentina viene aplicando crecientes medidas de control" para el acceso minorista a moneda extranjera y cita que los interesados "deben ser aprobados primero" por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
"Empresarios locales han señalado que se les autorizaron montos muy inferiores a lo que solicitaron y esto impidió, también, el acceso a bienes norteamericanos", dice el informe.
Analiza luego la actitud del Gobierno frente a los laudos arbitrales en el tribunal del Banco Mundial (Ciadi), los que se vinculan con el acuerdo de protección de inversiones argentino norteamericano. "Hasta ahora, la Argentina ha resistido el pago" de las obligaciones que emergen de esos fallos, dice el informe, y refuta, luego, las argumentaciones del país para esa resistencia. "Los tribunales arbitrales también los rechazaron", asegura.
Frutas, un eje de la pelea
La disputa comercial entre los Estados Unidos y la Argentina parece, por momentos, una guerra dentro de una frutería: el gobierno de Cristina Kirchner reclama por el ingreso de limones tucumanos a este mercado y la administración de Barack Obama clama contra las barreras que impiden la llegada a nuestro país de peras y manzanas de granjas norteamericanas.
La entrada de limones argentinos a los Estados Unidos se ha convertido en bandera para el canciller Héctor Timerman. Desde su tiempo como embajador en esta ciudad prometió que, "tarde o temprano", doblegaría las reticencias de Washington al respecto.
"Creo que vamos a conseguirlo", se entusiasmó, días atrás, el embajador Jorge Argüello, en un encuentro con el gobernador de Tucumán, José Alperovich, quien quedó más entusiasmado aún.
El informe comercial norteamericano que ayer llegó al Capitolio nada dice sobre el mentado ingreso de los cítricos. Pero, en lenguaje parecido al del canciller, sí reprocha que la Argentina no le deje ingresar "peras y manzanas" con el argumento de "supuestas" exigencias sanitarias en cuya eliminación dice estar trabajando con las autoridades argentinas hasta "conseguir" la importación.
US$ 5000
Millones
Fue el saldo de la balanza comercial favorable a EE.UU. en el intercambio con la Argentina en 2011, según el USTR.