Nuevas fricciones entre Moreno y Echegaray por las importaciones

La batalla por acumular poder se libra en las entrañas del Estado. Y cuando todos esperan el campanazo inicial, el próximo miércoles, dos importantes funcionarios del Gobierno se enfrascan cada vez más en un incierto fuego cruzado. De un lado del ring, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno . Del otro, el titular de la AFIP , Ricardo Echegaray. El botín es nada más y nada menos que el control de las importaciones argentinas y, por ende, de la frontera que regula la salida de dólares del país.

Luego de que Moreno desafiara a Echegaray intentando imponer los plazos de aprobación y la concentración de la información que se exigirá a los importadores desde la semana próxima, cuando debutará la implementación de la declaración jurada anticipada de información, el director de la AFIP volvió ayer a marcar la cancha para ratificar que "la ventanilla única" para aprobar o no las compras al exterior será el organismo recaudador.

Pero Echegaray recibió además un fuerte guiño interno. El vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, dijo que el nuevo mecanismo vigente desde febrero "no" es mandarle un mail a Moreno, sino "un sistema de ventanilla única en la AFIP".

En declaraciones radiales, Boudou también tuvo tiempo para repetir al pie de la letra algunos conceptos que la presidenta Cristina Kirchner había hecho públicos en su reaparición el miércoles pasado. "La Presidenta habló de avivadas. Fuimos detectando que había situaciones en las que se buscaba utilizar mecanismos vinculados a la importación para comprar dólares, [algo] que no se podía hacer. Eran cuatro o cinco vivos que se llevan la mejor tajada", dijo el vicepresidente. De esta manera, terminó de ligar el nuevo sistema para controlar importaciones con la fuga de dólares que sufrió la economía en los últimos meses y terminó con un estricto control cambiario. "Este Gobierno no lo va a permitir", sentenció Boudou.

Echegaray publicó ayer en el Boletín Oficial la resolución 3256, que presentó el Modelo de Convenio de Adhesión al Régimen de Ventanilla Unica Electrónica del Comercio Exterior. Fundamentalmente, le interpone a Moreno un contrato para que pueda acceder a los datos de las importaciones que, se desprende, monopolizará Echegaray. En rigor, la norma les impone a los organismos gubernamentales que adhieran al nuevo régimen, por ahora sólo se sumó Comercio Interior e insólitamente no Comercio Exterior, un modelo de convenio manufacturado por la AFIP. Pero además enfatiza que, en caso de que ese organismo necesitara información extra, deberá solicitar a Echegaray la inclusión de esos datos complementarios.

Específicamente, en su artículo 2°, asegura que "los organismos adherentes podrán, en orden a su competencia, acceder a la información consignada en la Ventanilla Unica Electrónica del Comercio Exterior [...] Asimismo podrán solicitar a esta Administración Federal de Ingresos la inclusión de información complementaria que estimen necesaria, la que se incorporará en la mencionada herramienta informática". Esta norma se publica sólo tres días después de que Moreno llamara por teléfono al presidente de la Cámara Argentina de Comercio, Carlos de la Vega, y le anunciara que le mandaría nuevas planillas -distintas al mecanismo previsto por Echegaray- para que las distribuyera entre sus asociados. Lo mismo hizo Moreno con la Cámara de Importadores de la República Argentina.

Incluso, el miércoles pasado, el funcionario ya había creado una nueva casilla de correo electrónico en el Ministerio de Economía destinado a concentrar la información para controlar a los importadores. La cuenta fue denominada notadepedido@mecon.gob.ar .

A pesar de las reiteradas llamadas a los voceros de la AFIP para solicitar más información, en el organismo no respondieron las llamadas.

Por otro lado, la norma presentó el modelo de convenio que tendrá que firmar Moreno en caso de querer acceder a la información que manejará Echegaray. Entre los puntos exigidos, la AFIP estipula que se obligará a "garantizar la no intrusión de terceros no autorizados en los servicios que se acuerden" y se anticipa que la dependencia proveedora "no será responsable por las medidas de seguridad que adopte el organismo requirente a los fines de la implementación y ejecución de los servicios que se acuerden, y viceversa".