Paró una línea de producción la maderera Fiplasto
Por la crisis adelantó vacaciones; una fábrica de maquinaria agrícola entró en convocatoria
Acuciada por el exceso de stock generado por la caída de la demanda interna y externa, la fabricante de productos de madera de revestimiento y muebles industriales Fiplasto solicitó la apertura del procedimiento preventivo de crisis, según informó ayer en un comunicado a la Bolsa de Comercio. El trámite tuvo como objetivo adelantar las vacaciones de 128 operarios que trabajan en una línea de producción que fue interrumpida desde el domingo a la noche por el lapso de 14 días.
"Con esta medida se persigue disminuir transitoriamente la producción, dado que la caída de la demanda de nuestros productos ha elevado los inventarios de productos terminados al límite de lo aconsejable", informa el comunicado enviado a la Bolsa, en la cual Fiplasto cotiza.
El presidente de Fiplasto, José de Achával, indicó que la línea que fue interrumpida es la de productos básicos y que la empresa seguirá produciendo normalmente las líneas de revestidos. "Hoy tenemos más de 360 empleados, y esta medida va a alcanzar a 128, de los cuales 90 adhirieron voluntariamente -dijo el empresario a LA NACION-. Y hay unos 30, que están sindicalizados, que por ahora no aceptaron; mañana [por hoy] va a haber una audiencia en la sede de la Secretaría de Trabajo de San Nicolás."
Achával explicó que en los últimos cinco meses (de diciembre a abril), la empresa registró una caída de $ 6,5 millones en su facturación respecto del período julio-noviembre. "Tuvimos una caída de la demanda interna y externa. Nosotros exportamos entre el 40 y el 60 por ciento de la producción, y hace seis meses que Brasil desapareció de la ecuación", dijo.
Convocatoria de acreedores
En tanto, la fábrica de sembradoras y equipos de fertilización Templar SA, de Rosario, se presentó ayer en convocatoria de acreedores y argumentó que la situación económica y financiera es complicada, ya que en lo que va de 2009 las ventas cayeron 60%. Por ese motivo no pueden afrontar los pagos de salarios ni la cancelación de deudas a proveedores.
Hasta hace un año, Templar era un fuerte exportador a España y otros países europeos, pero la crisis internacional modificó los volúmenes de venta y producción, y se vio obligada a discontinuar la cadena de pagos. Es la primera empresa del rubro que no disimula su situación estructural. Su planta está ubicada en la zona noroeste del municipio rosarino.
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