Quién fue el mejor CEO del año, según The Economist
El prestigioso medio británico evaluó a los mejores directores ejecutivos del mundo de los más variados sectores
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Incluso según los estándares de los últimos años turbulentos, 2025 fue un año especialmente exigente para los CEO. El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca trajo consigo una guerra comercial y una elaboración de políticas marcadas por el caos. La batalla por la supremacía tecnológica entre China y Occidente se intensificó. Al mismo tiempo, la tarea de convertir el entusiasmo por la inteligencia artificial (IA) en beneficios siguió siendo frustrantemente esquiva.
Sin embargo, en medio de la agitación, algunos ejecutivos tuvieron un año estelar. Por tercera vez, The Economist ha examinado quién obtuvo los mejores resultados en el cargo. Al igual que en años anteriores, comenzamos clasificando a las empresas del S&P 1200, un índice que abarca a la mayoría de las grandes economías, salvo China continental e India, según el exceso de rentabilidad que generaron para sus accionistas en relación con su sector. Dejamos de lado a los directivos que llevaban menos de tres años en el cargo y tomamos los diez primeros como punto de partida para nuestra selección.
Los CEO que consideramos, en orden ascendente de rentabilidad para los accionistas, fueron Armin Papperger, de Rheinmetall, un fabricante alemán de armamento; Tom Palmer, de Newmont, la mayor empresa minera de oro del mundo; Okada Naoki, de Fujikura, un fabricante japonés de fibra óptica; David Zaslav, de Warner Bros Discovery, un gigante de los medios de comunicación; Son Jae-il, de Hanwha Aerospace, una empresa de defensa surcoreana; Sanjay Mehrotra, de Micron, un fabricante estadounidense de chips de memoria; J. Paul Rollinson, de Kinross Gold, otra minera; Vladimir Tenev, de Robinhood, una plataforma de negociación minorista; Kwak Noh-Jung, de SK Hynix, un fabricante surcoreano de chips de memoria; y Dave Mosley, de Seagate Technology, un fabricante estadounidense de unidades de disco.

Dos directivos fueron descartados debido a su pobre desempeño en el pasado. Mosley tomó las riendas de Seagate en 2017. Entre entonces y 2024, cuando la empresa empezó a beneficiarse del auge de la IA, los ingresos anuales de Seagate se redujeron en dos quintas partes y los beneficios se desplomaron. Zaslav, de Warner Bros. Discovery, fue excluido por una razón similar. Es cierto que ha gestionado con habilidad la guerra de ofertas por su empresa, enfrentando a sus rivales entre sí para obtener el mejor precio. Las acciones de Warner se han más que duplicado desde septiembre, cuando se publicaron los primeros rumores sobre una oferta de Paramount, otro peso pesado de Hollywood. Pero la venta a Paramount o a Netflix aún no se ha cerrado. Además, las bases financieras de Warner se han tambaleado bajo el liderazgo de Zaslav. El gigante mediático ha sido deficitario desde que se creó mediante una fusión que él mismo orquestó en 2022.
Excluimos a otros dos directivos por problemas de compliance en sus empresas. En febrero, el responsable del negocio estadounidense de Fujikura fue encarcelado por desviar fondos de la empresa para pagar su casa de playa de US$2,5 millones en una isla frente a la costa de Carolina del Sur. Aunque el Okada no estuvo implicado, el incidente apunta a una falta de supervisión adecuada por parte de la compañía.
Las preocupaciones en materia de compliance también han afectado a Hanwha Aerospace, que forma parte del Grupo Hanwha, un conglomerado surcoreano. En marzo, la empresa de defensa intentó emitir nuevas acciones, alegando que los ingresos se destinarían a financiar sus planes de expansión. Sin embargo, muchos sospecharon motivos ocultos. Lee Jae-myung, actual presidente de Corea del Sur, afirmó que se trataba de una estratagema del presidente del conglomerado, quien está en proceso de transferir su participación en el grupo a sus tres hijos para reducir los impuestos de sucesión, provocando una caída del precio de las acciones de la empresa de defensa. El conglomerado negó la acusación. El regulador financiero de Corea del Sur bloqueó la emisión en dos ocasiones antes de permitir la venta de un número menor de acciones.
En algunos de los casos restantes, los elevados rendimientos para los accionistas se debieron más a la suerte que a la habilidad. Este año, el precio del oro se ha disparado alrededor del 65%, a medida que los inversores han buscado refugio allí frente a las tensiones geopolíticas. Los CEO de Newmont y Kinross pueden atribuirse poco mérito por ello, por lo que también fueron descartados.
Los responsables de los dos fabricantes de chips de memoria de nuestra lista, Micron y SK Hynix, también se han visto favorecidos por la fortuna. Ambas empresas suministran memoria de “gran ancho de banda” (HBM, según sus siglas en inglés), que se ha convertido en un componente esencial de los centros de datos de inteligencia artificial. De los dos, Kwak, de SK Hynix, es el más digno de reconocimiento. La inversión constante de su empresa en investigación y desarrollo, pese a la naturaleza cíclica de su sector, la ha convertido en líder mundial en HBM.
Tenev, de Robinhood, también merece una mención. La empresa que cofundó ha facilitado el acceso al comercio financiero y lo ha puesto al alcance de las masas. Se ha expandido a nuevas áreas, incorporando apuestas políticas y deportivas y avanzando en la tokenización. Sin embargo, Robinhood también ha tenido enfrentamientos frecuentes con los reguladores. Este año pagó aproximadamente US$75 millones para resolver investigaciones de la Autoridad Reguladora de la Industria Financiera y la SEC (Comisión de Bolsa y Valores), dos organismos supervisores estadounidenses.

Esto nos deja a Papperger, de Rheinmetall, como nuestra elección a mejor CEO de 2025. Tras quedarse a las puertas de nuestra lista de finalistas en 2024, Papperger ha tenido otro año sobresaliente, generando una rentabilidad para los accionistas, incluidos los dividendos, del 158%. Incluso entre los florecientes contratistas de defensa europeos, que se han beneficiado del aumento del gasto militar del continente, su empresa destaca.
Este año, Rheinmetall ha conseguido una serie de grandes contratos, superando a sus competidores, y se está expandiendo en la construcción naval mediante una adquisición acordada en septiembre. Está realizando importantes inversiones para ayudar a Europa a rearmarse.
Papperger, a quien entrevistamos a principios de este año, ha demostrado tanta valentía como convicción. En 2024, los servicios de inteligencia estadounidenses y alemanes frustraron un complot ruso para asesinarlo. Ha reforzado su seguridad, pero sigue sin dejarse intimidar. Como CEO de Rheinmetall desde comienzos de 2013, defendió la industria de defensa europea mucho antes de la invasión rusa de Ucrania en 2022, en una época en la que el continente la observaba con recelo. Ahora está cosechando, con justicia, los frutos de su visión de futuro.
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