Renegociarán las deudas provinciales

La promesa de Jorge Capitanich no fue inocente. El jefe de Gabinete anunció ayer el programa de refinanciación de deudas provinciales en el primer trimestre, lo que pareció un mensaje al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, quien aún no se define como el candidato presidencial del oficialismo. Permanecer al lado del Gobierno podría garantizarle una negociación de deuda benéfica de cara a un año electoral.

Según un análisis del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), en 2014 la deuda de la provincia gobernada por Scioli ascendía a 4620 millones de pesos, lo que representó 8,1% de la coparticipación federal. Este porcentaje la situó como la mayor beneficiaria de la refinanciación y es probable que se mantenga a la cabeza de la lista en 2015. En un año electoral, contar con recursos suficientes es crucial para quien aspira a contender por un cargo público, por lo que sin esta ayuda económica una eventual campaña del gobernador bonaerense se vería en aprietos.

El resto de las provincias registró porcentajes muy por debajo del de Buenos Aires. Río Negro, cuya deuda en 2014 era de 482 millones de pesos, representó 6,3% de la coparticipación. La provincia con menos impacto fue La Rioja, con una deuda de 54 millones de pesos, y 0,9% de la coparticipación.

Esta situación, según el Iaraf, "más los ATN que corresponden a cada una, genera una necesidad imperiosa por parte de las provincias [de] que se renueve por otros tres meses el programa de refinanciación".

Capitanich subrayó ayer que el flujo transferido a las provincias por concepto de coparticipación federal en 2014 alcanzó los 308.000 millones de pesos.

Sin embargo, otro informe del Iaraf destacó que la coparticipación federal de impuestos 2014 presentó disparidades regionales que evidencian la necesidad de un nuevo marco regulatorio en la generación y el reparto intergubernamental de los recursos en el país.

El estudio reveló que "mientras que cada ciudadano de la provincia de Tierra del Fuego recibió, durante el año pasado, 25.174 pesos por concepto de coparticipación federal, a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires le ingresaron 1895 pesos per cápita".

Lo anterior, considera el informe, es prueba de que el actual sistema de coparticipación de la Argentina carece "de un orden esquemático, constituyendo un complejo esquema de transferencias con importantes disparidades".

El hecho de que la forma en que se distribuyen los recursos no sólo esté condicionada por el criterio devolutivo (se asignan fondos a las provincias según el aporte de cada una a la recaudación nacional), sino también por un criterio distributivo que otorga fondos a las jurisdicciones en función de sus necesidades sociales, permite una mayor discrecionalidad en el uso del dinero.

En Iaraf consideran que estas disparidades resultan "difíciles de explicar de manera objetiva". Asimismo, ese instituto argumenta que las necesidades económicas o fiscales de las provincias no deberían resolverse mediante soluciones individuales toda vez que la discusión se da en un marco de lo que se conoce como un "juego de suma cero": lo que gana uno lo pierde otro.

Allí radica la importancia de que un nuevo sistema garantice eficiencia, equidad para todas las provincias y transparencia.

En 2014, las mayores dificultades financieras de las provincias fueron gastos básicos como el pago a personal y las subas de salarios obtenidas por las fuerzas de seguridad tras los incidentes de 2013.

En este panorama, el Iaraf estima que el resultado fiscal de 2014 haya sido, probablemente, negativo en el orden de los 14.000 millones. Escenarios más "pesimistas" ubicarían el déficit en 28.000 millones.