Saber qué vendrá del cielo ayuda a planificar mejor los negocios
Una plataforma informática permite conocer cómo vendrá el clima y cuál será su impacto en cada actividad económica
Para planificar un negocio es conveniente, en muchos casos, saber qué llegará desde el cielo. No porque se espere algo de regalo, claro, sino porque los factores climáticos son determinantes tanto para el desarrollo de actividades, como la agrícola o la de seguros, como para el comportamiento que tendrá la demanda de determinados productos que una empresa fabrica o comercializa.
Bajo ese concepto, el climatólogo Jean-Philippe Boulanger explica que decidió fundar la firma Ecoclimasol con la idea de reducir, de alguna manera, la brecha entre los conocimientos científicos y la vida cotidiana. La firma ofrece una plataforma informática con servicios hechos a medida que permiten conocer, mediante aplicativos, cómo vendrá el clima y qué impacto podrían tener los hechos de la naturaleza en los cultivos, en los negocios de una aseguradora que cubre riesgos o en la venta de ciertos bienes.
Desde una computadora o desde su teléfono, los productores agropecuarios, por ejemplo, pueden recibir alertas y pronósticos sobre lo que ocurrirá puntualmente en los lotes que están explotando, además de visualizar imágenes satelitales de las tierras trabajadas. "También puede tener el seguimiento de cómo están las plantas a través del llamado «índice verde», que se actualiza cada 10 días y permite saber cómo vendrá la cosecha o qué partes de un campo cultivado podrían verse más afectadas por un siniestro", señala Boulanger, un francés instalado en la Argentina desde hace ocho años.
La pantalla permite ver en tiempo real y en referencia a un lote específico cuáles son las probabilidades de heladas, precipitaciones o tormentas. Hay pronósticos de corto plazo, que se actualizan con una frecuencia que puede ser de 6 horas, y hay pronósticos semanales o mensuales.
En el caso de las aseguradoras, la plataforma también les permite ver el historial de un terreno para el que se les pide una cobertura, y conocer así los riesgos que se estarían asumiendo al tomar el contrato.
Boulanger explica que por estas latitudes los datos tienen la mayor confianza hasta un horizonte de dos o tres meses para conocer, por ejemplo, si vendrán épocas de sequía o de grandes lluvias, aunque en general la meteorología hoy permite pronosticar hasta con seis meses de anticipación. "Sabemos de la importancia de mantener lazos fuertes con la investigación; por eso tenemos un convenio con el Conicet y lazos con la Universidad de Buenos Aires", dice el empresario, que ofrece los servicios para la Argentina, Uruguay, Chile, Paraguay y el sur de Brasil. Además, agrega, hay un acuerdo con la NASA para bajar datos que sirven a los pronósticos.
En las empresas de productos de consumo masivo, la herramienta permite ver cuál es el grado de sensibilidad al clima al que está expuesto el negocio. "Nuestra tarea no es bajar imágenes ni dar solamente pronósticos de temperaturas o precipitaciones, sino que procesamos y analizamos la información", explica Boulanger. Vincular esa información con los números de cada negocio en sí es la otra pata del servicio.