Se mudan a Uruguay por falta de incentivos
Uruguay, al igual que Chile y Brasil, se concentró en dar un fuerte apoyo a la industria informática. Declaró zona franca a Montevideo y, por ley, la actividad informática está excluida del pago de casi todos los impuestos. De hecho, estos beneficios han impulsado a muchas empresas argentinas como Calipso a mudar sus operaciones a la capital oriental.
"Tomamos la decisión de mudarnos el año pasado porque acá no podíamos continuar. Ahora terminamos nuestros productos en la zona franca uruguaya y desde ahí exportamos. Eso nos permite mantener una operatoria normal, como girar divisas para pagar insumos o a representantes comerciales", dijo Pablo Iacub, presidente de Calipso.
La empresa, que se dedica al desarrollo de software para gestión comercial, exporta a México, España, Brasil y Colombia. Factura unos 7 millones de pesos al año, y pasó de exportar menos del 10 por ciento de sus ventas al 30 por ciento, aún antes de la devaluación. "Es muy triste, pero para el mundo somos una empresa uruguaya", dice Iacub. "Uruguay exporta más software que nosotros, cuando nosotros tenemos más industria." De hecho, Calipso figura como exportación uruguaya cuando es producción argentina. "Hasta el año pasado hice mucho lobby por la industria nacional, pero me cansé", confiesa Iacub.
"Estuvimos todo el año pasado peleando por la ley de competitividad para la industria, y duró apenas un mes. Cavallo la sacó antes de que lo echaran."
Iacub, junto con otros empresarios del sector, intentó concretar junto a la Corporación Buenos Aires un polo tecnológico en Barracas, en la Capital Federal. "Trabajamos mucho, pero después chocamos con la burocracia del Gobierno de la Ciudad. Ibarra no ha hecho nada por ayudarnos", afirma Iacub.
En su momento las empresas habían pedido que el gravamen por ingresos brutos integrara un fondo para fomentar las exportaciones, pero finalmente el proyecto quedó en la nada.
Liverware es una Pyme que brinda servicios de consultoría en software: en los últimos cuatro años creció a un ritmo de casi el 20% anual, el año pasado facturó 2 millones de pesos y está en conversaciones con la Cámara Informática de Uruguay para analizar proyectos conjuntos. Para su presidente, Alejandro Bianchi, hay que poner el foco en la calidad a la hora de exportar. "No alcanza con la devaluación para ganar mercados externos, hay que tener una estrategia como país. En ese sentido, Uruguay está haciendo un esfuerzo adicional de calidad", concluyó.
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