Tests de covid: la trama detrás de uno de los recursos más buscados por los argentinos

Por estas horas, funcionarios, asesores y ministros se comunican y consultan para repensar la estrategia de testeos en el país. El récord de casos ayer (95.159 confirmados), las colas de cuadras y demoras al sol con altas temperaturas para hisoparse y la reciente aprobación (que aún falta reglamentar) de los autotests hogareños arrojan luz sobre un sistema de detección que algunos especialistas califican de insuficiente.

La red de testeos está concentrada mayormente en prestadores públicos locales. Los gobiernos provinciales, municipales y de la ciudad de Buenos Aires encabezan operativos de diferente magnitud. A estos se le suman laboratorios privados que los realizan con costo. Mientras que los primeros son gratis, los segundos cobran entre $4.000 y $10.000 en promedio, según la rapidez con la que se entrega el resultado o los servicios extra como una toma de muestra a domicilio.

Hay dos tipos principales de test, con distinto costo. Por un lado, los de antígenos, comúnmente llamados “tests rápidos”. Se adquieren en “kit” y se procesan fuera de los laboratorios. De acuerdo con los registros públicos, tienen un costo estimado de $450 en promedio.

Por otro lado, están los test PCR (reacción en cadena de la polimerasa), una metodología más elaborada y lenta, pero según los especialistas, más específica para la detección del coronavirus. Estos test se evalúan dentro de laboratorios y hospitales. Según las compras del estado, el equipo completo con accesorios (tubo, hisopo, entre otros) cuesta entre $2.700 y $5.000, dependiendo el proveedor.

Aunque el testeo es gratuito para los ciudadanos, tiene un costo para el Estado. LA NACION realizó un relevamiento de las contrataciones públicas y cotizaciones de los distintos tipos de test para determinar cuánto gastan en insumos los gobiernos para sostener la estrategia de testeo. Además, detectó diferencias en relación con cuánto compran por su cuenta y cuánto reciben de Nación los distintos distritos.

Fuentes del Ministerio de Salud de la ciudad de Buenos Aires explicaron a LA NACION que prácticamente no reciben test por parte del Gobierno. Explicaron que arriban cargamentos de manera esporádica y con poco contenido: estiman que reciben uno vez cada dos meses, cerca de 30.000 antígenos. Casi la totalidad de los tests son comprados por la ciudad con presupuesto propio.

En contraste, la cartera de la provincia de Buenos Aires explicó que sólo realizaron una compra de antígenos desde que comenzó la pandemia, a través de un sistema con las Naciones Unidas. “La gran parte nos la da el gobierno nacional. Estamos cubiertos con esa cantidad de test”, admitieron.

En el portal de compras del Estado nacional figuran solo algunas adquisiciones de tests a cargo del Ministerio de Salud, aunque los datos están desactualizados ocho meses (la información llega hasta mayo del año pasado). Ante la sorpresa, LA NACION consultó a fuentes de la cartera que explicaron: “Los tests los compran las jurisdicciones, es su responsabilidad y competencia, y deben abastecerse solas”, aunque admiten que pueden hacer “back ups” de acuerdo con necesidades puntuales.

Las únicas áreas que compraron test fueron las Fuerzas Armadas, que se proveyeron de apenas unos cientos. En la licitación privada 40/39-1646-OC21, de julio del año pasado, la Fuerza Aérea adquirió 100 cajas de kit de antígenos al laboratorio BECTON DICKINSON ARGENTINA SRL a un precio de $26.789,40 la caja ($892,98 por unidad, el doble que lo usual en compras estatales). Al proceso de compra se presentaron dos oferentes. Por un lado, el ganador, y por el otro, Bioars S.A., que propuso un precio unitario de $665,5. LA NACION se comunicó con esa dependencia, que explicó que Bioars “cotizó mal” y su oferta fue desestimada por no cumplir “administrativamente y técnicamente”.

El costo para el Estado y la necesidad de los autotest

A partir de un análisis de LA NACION se desprende que, desde el inicio de la pandemia, el Gobierno de la Ciudad hizo 12 compras de antígenos a un precio promedio de $445,50 (seis ofertas originales y seis ampliaciones). En total, adquirió 5.064.960 kits, de los cuales 1.000.000 todavía restan por confirmarse. El desembolso fue de $2.169.276.893. Esta cifra no contempla las compras de PCR y adicionales que se requieren para poner en funcionamiento un punto de detección, como personal, mantenimiento, limpieza, insumos de higiene y sanitarios, entre otros. El 27 de diciembre, la Ciudad anunció que llegó a los 7.322.380 testeos.

El ministro de Salud de la Ciudad, Fernán Quirós, reclamó ayer liberar los autotest de coronavirus con motivo de las largas filas que se registran para realizarse hisopados. En conferencia de prensa, planteó la medida como paliativo ante el aumento de la demanda de test en plena tercera ola de Covid.

“La ciudad de Buenos Aires realiza un promedio de 50.000 tests por día, lo que representa entre el 30% y 40% de todos los test que se hacen en la Argentina”, mientras que la población del distrito representa un 7% del total nacional.

Luego de varios meses de trabas, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) aprobó finalmente la venta de los cuatro kits de autotests de coronavirus de venta exclusiva en farmacias. Se estima un precio promedio de $2.000 para el público.

Algunos gobiernos ya se estaban adelantando a la aprobación. La provincia de Córdoba anunció una subasta para adquirir medio millón de dispositivos por $300 millones, un precio promedio de $600, mientras espera la aprobación de Anmat.