Tiene 30 años: creó un negocio con casi nada y factura $3 millones por año

Remeras personalizadas, con frases y estampas. En SUK, las prendas “hablan”. El proyecto surgió en 2013, un poco por obligación, otro por necesidad. Agustín Apellaniz, de 30 años, terminó el secundario y puso en marcha un emprendimiento que es furor y que tiene como clientes a Charly García, Moria Casán, L-Gante, Maru Botana y Facundo Conte, entre otros conocidos.

A través de sus productos busca ironizar situaciones de la vida cotidiana y agregar una cuota de humor a la cotidianidad. Para eso, toma expresiones que hayan dicho políticos y actores. También recrea situaciones convencionales. “Es una forma de expresarme y de que las personas se sientan identificadas. Vivimos en un país en constante crisis, por eso la esencia del proyecto es dejar un mensaje en la sociedad, que podamos divertirnos y desconectarnos un poco”, contó el emprendedor.

Para arrancar, recibió una inversión en mercadería equivalente a 30 remeras blancas, que compró en Avellaneda. Las mandó a intervenir y salió a venderlas. Este primer paso le permitió comprar otra tanda de 40 y repetir la historia. Al principio tercerizaba; ahora tiene sus propias máquinas de impresión.

“Siempre tuve como objetivo tener un trabajo sin techo, que me permitiera crecer, ser independiente y en el que pudiese manejar mis tiempos”, comentó Apellaniz y agregó: “En este negocio no solo encontré una forma de vivir y de dar trabajo, sino también de generar alegría y hacer reír en medio de tanta crisis”.

Cada remera tiene un valor de $2190. En 2019 vendió 700, en 2020, 1600; en 2021, 2300. Por mes factura un promedio de $243.000. Por año, casi $3 millones. Para 2022 el objetivo es duplicar las ventas y desembarcar en el exterior. “Mi idea es abrir una sucursal en Uruguay y adaptar la oferta al mercado local, con las frases, los chistes e ironías típicas de allá”, explicó Apellaniz.

En los últimos años, expandió su mercadería y sumó a su oferta una línea de buzos, que cuestan $4990, totebags, musculosas y bodys de bebé. En Instagram tiene una comunidad de 213.000 seguidores. Desde ahí, el cliente elige la frase o estampa y a través de la página web realiza la compra. Hace envíos a todo el país y al mundo.

“Ser emprendedor es ser tu propio jefe. Hacés lo que te gusta. Tenés libertad y tus propios horarios. Podés dar trabajo a otras personas y ganar plata. No existen los límites de crecimiento. Pero, también es mucho esfuerzo. Estás pendiente en todo momento, todo depende de vos”, concluyó Apellaniz.

Según la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), las ventas de indumentaria vía e-commerce, crecieron en los primeros meses de 2021, 101%. Este aumento lo adjudican a la pandemia, es decir, a pasar más tiempo en los hogares y al auge de las redes sociales como canal de publicidad y marketplace.

Instagram es la nueva estrella. Para la CACE, el 85% de las ventas se da a través de este canal.

Por Melanie Shulman

• Comunidad de Negocios

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