
Un debut con el pie derecho en el saludable negocio de los spa
Miguel Bardeggia es el dueño del Club Agua & Spa Villa del Sur desde 1997, cuando convenció a los franceses del grupo Danone para que financiaran su proyecto
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Así como no duda en el momento de sumergirse vestido dentro de un jacuzzi para la sesión de fotos, Miguel Bardeggia no se permitió un segundo de vacilación cuando decidió ir a golpear las puertas del grupo Danone, pocos días después de que los franceses acordaron la compra de la empresa de agua mineral Villa del Sur, a mediados de 1997.
Bardeggia tenía entonces 27 años y trataba de convertir en realidad su sueño de desarrollar y administrar un spa de primera categoría.
"Sabía que la gente de Danone era dueña de tres spa en Europa. Uno en la ciudad de Evian, en Francia, y otros dos más: Lanjarón, en España, y Boario, en Italia. Además, imaginaba que como nuevos dueños de Villa del Sur seguramente estarían pensando en iniciar una tarea de marketing para reposicionar el agua en el mercado", explica.
Yasí fue como en apenas tres meses su proyecto se convirtió en realidad:carpeta bajo el brazo, fue recibido por primera vez en junio y en septiembre se iniciaron las obras. Entusiasmados con su idea, los franceses le dieron un cheque por 500.000 dólares, para convertirse en sponsors exclusivos del complejo durante siete años. La empresa de Bardeggia se llama Sport Management y su criatura Agua Club & Spa Villa del Sur.
De la gimnasia al gimnasio
Campeón argentino de gimnasia durante su adolescencia, Miguel tuvo que archivar sus aspiraciones deportivas cuando una lesión crónica se atravesó en su camino.
En busca de una carrera con rápida salida laboral, en 1989 empezó a estudiar hotelería y en 1991, tras obtener un posgrado en el Hocking College de los Estados Unidos, tuvo su debut administrando junto con una amiga la operatoria de un pequeño hotel de Mar de Ajó, durante la temporada de verano La primera gran oportunidad le llegó ese mismo año cuando el flamante Hyatt Hotel lo incorporó como profesor de su Club Olympus, durante tres meses, hasta que fue ascendido a gerente, dentro de la misma división. Entre máquinas de gimnasia, jacuzzi y vida sana, allí empezó a acunar la fantasía del spa propio.
"Estuve cuatro años en el Hyatt y fue una experiencia increíble, pero llegó un momento en el que sentí que no tenía más espacio para crecer, y me fui a viajar por el mundo", relata.
En su periplo como trotamundos hubo espacio para varios empleos más: trabajó en el Carlton Tower, el fitness center más prestigioso de Londres,desempeñó tareas de asesoramiento en el Hyatt Regency de Belgradoy hasta lavó copas con empeño en bares de Roma y Chicago, cuando el dinero se le empezó a escurrir de la billetera y la supervivencia se convirtió en prioridad. De vuelta en la Argentina, a principios de 1997, los primeros tres meses los pasó como jefe de ventas del Vilas Racquet, el exclusivo gimnasio enclavado en los bosques de Palermo.
El boom de los spa
En ese momento se estaba iniciando en Buenos Aires el boom de los spa, que hoy se traduce en la existencia de por lo menos una decena de establecimientos de primera categoría, "aunque ninguno factura lo que facturamos nosotros", se jacta el dueño de Agua Club, que funciona en la calle Cerviño, en un petit hotel de estilo europeo, con una superficie cubierta de 900 metros cuadrados.
Bardeggia tiene como socio a Patricio Celasco, un masajista de 34 años, ex compañero de trabajo en el Hyatt, que se encarga de la operación cotidiana del establecimiento, mientras él se ocupa de la parte comercial.
La empresa Villa del Sur, hay que aclararlo, no es propietaria del spa, pese a que Danone sí el es el dueño de los establecimientos de Italia, Francia y España. "Aquí únicamente son nuestros sponsors, y de esa manera le generan valor a la marca", explican sus dueños.
Sus clientes son básicamente hombres y mujeres de negocios, que pueden permitirse el pago de una cuota de ingreso de 490 pesos y un arancel mensual de 146.
Muchos de ellos son extranjeros que residen en la ciudad, obligados por sus compromisos con empresas multinacionales radicadas en la Argentina.
El Spa Villa del Sur, a punto de cumplir dos años en el mercado, tendrá antes de fin de año tres nuevas filiales: una dentro de uno de los hoteles cinco estrellas de Buenos Aires,otra en Barilochey la tercera en Punta del Este.





