Un “obsesivo por domar la inflación” se hará cargo de la relación del FMI con el país
El brasileño Ilan Goldfajn sucederá en enero próximo a Alejandro Werner; se trata de un economista ortodoxo, defensor de políticas de reformas y ajustes fiscales, aunque él suele autodefinirse como un “moderado”
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WASHINGTON y RÍO DE JANEIRO.– El economista brasileño Ilan Goldfajn sucederá a Alejandro Werner al frente del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI). Goldfajn asumirá su rol como jefe del departamento del FMI a cargo de las relaciones con los países miembros de las Américas el 3 de enero de 2022, indicó el Fondo en un comunicado.
“Estoy encantado de que Ilan se una a nuestro equipo como nuevo director. Tiene una experiencia impresionante en los sectores público y privado y es muy respetado como académico. Su probada trayectoria como hacedor de políticas, comunicador, así como su profundo conocimiento como ejecutivo financiero internacional y su familiaridad con el trabajo del Fondo serán invaluables para ayudar a nuestros países miembros en la región”, dijo la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
Goldfajn fue presidente del Banco Central de Brasil (BCB) desde mayo de 2016 hasta febrero de 2019. Además fue economista jefe y socio de Itaú Unibanco, socio fundador de Ciano Investimentos y socio y economista en Gávea Investimentos, tres instituciones financieras líderes en Brasil. Más recientemente, fue presidente del Consejo Asesor de Credit Suisse en Brasil, y también ha trabajado como consultor para varias organizaciones financieras globales, incluidos el Banco Mundial, las Naciones Unidas y el FMI.
Ha sido profesor de economía en varias universidades de Brasil y Estados Unidos. Ha trabajado como editor de diversas publicaciones, además de haber escrito y publicado numerosos artículos y libros. Goldfajn tiene un doctorado en Economía del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), una maestría en Economía de la Pontifíca Universidade Católica y una licenciatura en Economía de la Universidade Federal, ambas en Río de Janeiro, Brasil.
Un duro contra Bolsonaro
Goldfajn es un economista ortodoxo, férreo defensor de políticas de reformas y ajustes fiscales, aunque suele autodefinirse como “moderado”. Hijo de brasileños, nació en Haifa, Israel, en 1966. Sus padres habían ido a trabajar a un kibutz en ese país. Llegó a Brasil a los 13 años y se instaló en Río de Janeiro, donde se formó como economista en la Universidad Federal de Río de Janeiro, casa de estudios conocida por su heterodoxia. Luego cursó una maestría en la Universidad Católica de Río, usina de ortodoxos, y completó su formación con un doctorado en el MIT. “Yo fui el traidor”, bromeó sobre su viraje teórico en una entrevista reciente con el diario Valor Económico.
Goldfajn, de 55 años, quien a partir de enero de 2022 será el auditor regional del FMI que supervisará a la Argentina, participó de dos gobiernos diferentes con funciones en el Banco Central de Brasil. Nunca estuvo afiliado a ningún partido político y es reservado cuando le preguntan a quién votó en la última elección, aunque últimamente plantó bandera públicamente contra los arrebatos autoritarios de Jair Bolsonaro.
En 2016, en un tumultuoso Brasil que discutía el impeachment de la entonces presidente Dilma Rousseff, Goldfajn se hizo cargo del Banco Central. El país cursaba una de las mayores crisis económicas y políticas de su historia, y el economista brasileño-israelí se convertía en la apuesta del exministro de Hacienda de Michel Temer Henrique Meirelles para domar la inflación. El nuevo funcionario del FMI ya conocía el Central por un pasaje entre 2000 y 2003 como director de Política Económica en la gestión de Arminio Fraga.
Ocupó la jefatura del Central brasileño hasta 2019, en una gestión que tuvo como misión principal controlar la inflación a través del ajuste de la tasa de interés. Para frenarla, adoptó un remedio amargo y sostuvo, pese a presión de buena parte del empresariado, una política monetaria apretada en medio de una de las mayores recesiones de la historia.
Las pruebas quedaron a la vista. La inflación brasileña, medida por índice de precios al consumidor, cayó de 10,67% en 2015 a 6,26% en 2016 y posteriormente a 2,95% en 2017. Ese año fue elegido por la revista británica The Banker el mejor banquero central del mundo por su misión, y un año más tarde recibió la misma condecoración de la revista Global Finance.
Goldfajn estuvo varias veces en la Argentina en actividades oficiales, y cosechó buena relación con economistas argentinos como Federico Sturzenegger, expresidente del Banco Central del gobierno de Mauricio Macri. “Un obsesivo por mantener domada la inflación y achicar el gasto público”, lo define en diálogo con la nacion alguien que trabajó con él.
En el mercado brasileño muchos le atribuyen un papel preponderante en la implementación de cambios regulatorios que abrieron las puertas a nuevas empresas en el sector de servicios financieros en Brasil, estimulando la digitalización e innovación.
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