
Wall Street y el riesgo silencioso que amenaza a Trump
Ningún presidente estadounidense desde 1929 comenzó su gestión con un mercado tan “caro” medido por el S&P 500; qué escenarios abre esta situación
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Donald Trump vuelve, pero Wall Street no es el mismo. Mientras muchos celebran el regreso de Trump a la presidencia, hay una amenaza silenciosa: la valuación del Standard & Poors 500 (S&P 500).
Ningún presidente estadounidense desde 1929 comenzó su gestión con un mercado tan “caro” como Donald Trump medido por CAPE (Cyclically Adjusted Price-Earnings Ratio) del S&P 500.
Este indicador mide si el mercado está caro o barato al comparar el precio de las acciones con sus ganancias promedio de los últimos 10 años, ajustadas por inflación. Un valor alto sugiere menor retorno futuro o mayor riesgo de caídas.
Hay algunos momentos clave en la historia:
Ahora, Trump asumió con el mercado en su nivel más caro de la historia según este ratio, con un CAPE de 37,8. Un caso similar fue el de George W. Bush (CAPE de 37) en 2001, quien inició su primer mandato con una bolsa sobrevalorada tras el auge de las (empresas) puntocom. Poco después, estalló la burbuja y hubo una gran caída del 50%.
Cuando Joe Biden asumió en 2021, el S&P 500 también estaba en niveles elevados, con un CAPE de 34,5, impulsado por la recuperación post-Covid y una ola de liquidez sin precedentes. En este caso, a pesar de la elevada valuación, el S&P 500 subió más de 50%.
Bill Clinton, en su segundo mandato en 1997, asumió con un CAPE de 28,3 en una economía en expansión, pero con una bolsa que se acercaba peligrosamente a la burbuja tecnológica que explotaría años después.
En contraste, Barack Obama asumió en 2009 en plena crisis financiera, con un CAPE de 15,2, lo que permitió una de las recuperaciones bursátiles más impresionantes de la historia: el S&P 500 subió 52% en su primer mandato y 85% en el segundo.
Un caso aún más extremo fue el de Franklin Delano Roosevelt en 1933, quien asumió con la bolsa en un piso (CAPE de 7,9) tras la Gran Depresión, en un momento que representó oportunidades históricas, con una suba del 149% en su primer mandato.
El patrón es claro: cuando los presidentes asumen sus mandatos con mercados sobrevalorados, los riesgos de correcciones son altos. Por el contrario, quienes llegan en tiempos de crisis encuentran terrenos fértiles para grandes recuperaciones.
Desde hace años, Wall Street opera en un nivel de valuaciones altas. Empresas tecnológicas con ratios de precio/ganancias exorbitantes, expectativas de crecimiento desafiantes y una dependencia excesiva de la política monetaria han inflado los precios de los activos financieros.
¿Qué podemos esperar a futuro?
Un ejercicio interesante es repasar la historia. Una relación interesante se da entre el P/E forward (precio sobre ganancias futuras) del S&P 500 y los retornos anualizados a 10 años.
La tendencia y la conclusión es clara: cuando el P/E es bajo (menos de 15x), los retornos suelen ser altos (10-20% anual), mientras que cuando el P/E es alto (más de 20x), los retornos a futuro tienden a ser bajos o incluso negativos.
Dicho de otro modo: cuando se compró el S&P 500 “barato”, acumuló jugosos retornos en los 10 años siguientes. Esto sucedió luego de las grandes crisis, como la Gran Depresión en 1933 o la crisis financiera de 2008.
En cambio, cuando el S&P 500 estuvo “caro”, los retornos de los años posteriores fueron pobres, tal como sucedió antes de la burbuja de las empresas “punto com”, en 1999-2000.
El nivel actual del mercado está en aproximadamente 22x (o sea, está “caro”), lo que históricamente ha estado asociado a retornos futuros bajos, cercanos a 0% o negativos en muchos casos. Esto sugiere que, si la historia se repite, las expectativas de retornos para la próxima década podrían ser neutras o incluso negativas.
Trump y su impacto en sectores clave
La nueva administración de Trump trae cambios profundos en diversas áreas de la economía. Estas son algunas de sus primeras decisiones y su impacto potencial:
1. Política comercial y aranceles
Trump ha reactivado su retórica proteccionista y podría aplicar nuevos aranceles a productos importados. Ya ha amenazado a varios países. Esto afectaría la rentabilidad de muchas empresas del S&P 500 con operaciones globales, especialmente en tecnología y manufactura.
2. Energía y medio ambiente
Su desregulación del sector energético busca impulsar la producción doméstica de petróleo y gas. Recordemos su famosa frase: “Drill, baby, drill” (perfora, bebé, perfora), haciendo referencia a la expansión de la extracción de petróleo y gas dentro del país.
3. Inmigración y mercado laboral
Las restricciones migratorias pueden derivar en escasez de mano de obra en sectores clave como tecnología y agricultura.
4. Inteligencia Artificial y rivalidad con China
El lanzamiento de DeepSeek en China (la semana última) y la creciente competencia en inteligencia artificial ponen en jaque el liderazgo tecnológico estadounidense. Trump ha impulsado el programa “Stargate” para reforzar la investigación en IA, pero el mercado teme que las empresas del Nasdaq estén perdiendo terreno en eficiencia y costos.
Hay incertidumbre sobre las políticas de Trump y sus efectos, justo en un momento en que el mercado está con valuaciones altas.
¿Cuál es el problema de las valuaciones altas (mercado “caro”)?
Cuando el mercado está “caro”, la relación riesgo/retorno se vuelve menos atractiva. Si las valuaciones son altas, significa que los precios ya reflejan muchas expectativas positivas, por lo que hay menos margen para sorpresas positivas y más espacio para las negativas.
En otras palabras, cuando lo bueno ya está descontado, cualquier noticia positiva tiene un impacto limitado, pero una sorpresa negativa puede generar una fuerte caída en los precios. Un ejemplo de esto: Estados Unidos durante el período 1999-2000.
Lo mismo sucede al revés: cuando el mercado está “barato”, las expectativas suelen ser bajas y el pesimismo domina. En esos casos, las malas noticias no sorprenden tanto, pero cualquier mejora puede impulsar los precios con fuerza. Un ejemplo de esto: la Argentina durante 2022-2023.
Cuando las valuaciones alcanzan estos niveles, las probabilidades de retornos negativos a futuro son muy altas. Este no es un pronóstico alarmista, sino un patrón histórico respaldado por décadas de datos. Los inversores deben prepararse para escenarios menos optimistas y evaluar si es momento de reducir exposición a activos “caros”, como el S&P 500.
¿Qué esperar en los próximos meses?
Parece ser que la era de los retornos fáciles ha terminado. Así como en la Argentina ya terminó la era de los retornos extraordinarios (+300/400% en poco tiempo), en Estados Unidos es esperable ver rendimientos mucho más ajustados para los próximos años.
Si la economía estadounidense entra en una fase de desaceleración o si la Reserva Federal mantiene tasas altas por más tiempo, la caída de los mercados parecería ser inevitable.
Obviamente estas perspectivas no aplican a todos los sectores. Distinta es la realidad del oro y las empresas mineras, de las criptos, de la energía y los commodities, entre otros activos. El énfasis de la nota está puesto en el S&P 500.
En este contexto, la diversificación y la selección inteligente serán más importantes que nunca.
El autor es economista. Socio Director de Club de inversores. El contenido del artículo representa una opinión del autor y no debe interpretarse bajo ningún punto de vista como consejo de inversión.