YPF: modificó la letra chica del canje para evitar demandas judiciales

Luego de que se formaran al menos tres grupos de acreedores para bloquear el megacanje de US$6300 millones que impulsa YPF, porque consideraban que se vulneraban las garantías de los inversores, la petrolera elevó las condiciones que se autoimpone para modificar los términos y condiciones de las obligaciones negociables (ON) que buscan reemplazar.

Sucede que tal como estaba escrita la convocatoria inicial al canje, la empresa podía cambiar la letra chica de los actuales bonos que están en el mercado con solo tener el voto afirmativo de los tenedores que representen el 16% del capital de cada serie, lo cual no era muy difícil de conseguir si se tiene en cuenta que parte de la deuda de YPF está en manos de tenedores institucionales argentinos.

Ahora, las empresa informó que, para realizar cambios en la letra chica de los actuales bonos que están en el mercado, necesitará tener el voto afirmativo de los acreedores que tengan el 50% del capital de cada serie. Por lo tanto, todo tenedor que no presente sus ON al canje será considerado como voto negativo para la solicitud de consentimiento. Así lo informó a través de un comunicado que envió a la Comisión Nacional de Valores (CNV).

"YPF ratifica el respeto a sus inversores y el carácter voluntario de la oferta de canje realizada. La empresa rechaza las imputaciones en el sentido que la aplicación de los términos y condiciones de sus ON, que incorporan la mecánica de la ley de sociedades, haya sido caracterizada como una maniobra malintencionada de YPF que buscaba avasallar los derechos de sus inversores", dijeron fuentes de la compañía.

Asimismo indicaron que la oferta sigue vigente y que la compañía está manteniendo conversaciones con los distintos interesados para "explicar las restricciones cambiarias que afectaron la capacidad de repago al vencimiento de la serie que vence en marzo próximo".

Si bien con estas modificaciones legales se resuelve uno de las mayores preocupaciones de los inversores, todavía parece poco atractiva la oferta financiera para que los acreedores se adhieran al canje, según señalan analistas del mercado.

YPF debe hacer frente el próximo 23 de marzo un vencimiento de US$413 millones, que fue refinanciado hace solo seis meses. El monto original era de US$1000 millones pero, a través de un canje voluntario que lanzó en julio pasado, logró la adhesión del 58% de los acreedores. Sin embargo, la empresa con control estatal debe reestructurar de nuevo esta ON porque el Banco Central no tiene las divisas para que la empresa pueda cumplir con sus compromisos.

Para lograr reestructurar algo ya refinanciado, YPF decidió incluir en el canje todo la deuda que tiene en moneda extranjera, los US$6300 millones, y propuso no pagar ni intereses ni capital por dos años, como es la recomendación del Gobierno para todas las empresas, ante la falta de dólares.

Para hacer más atractivo el canje, YPF propone emitir nuevas ON que tienen una estructura respaldada por el flujo de exportaciones de la compañía. Pero muchos inversores tampoco ven esta garantía como una política segura, debido a los cambios regulatorios que aplicaron todos los gobiernos argentinos en los últimos 25 años.

La semana pasada, uno de los comité de acreedores que se formaron para negociar en bloque con YPF le envió una carta a la petrolera en la cual criticó la comunicación de la empresa, que "ni siquiera intentó explicar el plan de inversión y los ajustes del plan de negocios que surgirían del ahorro por parte de YPF de dos años de flujo de caja que, de otro modo, se debería a los acreedores".

La misiva indica que solicitarles "que sufran un deterioro significativo, mientras que YPF sigue pagando a otros prestamistas de manera puntual y mientras cobra a sus clientes precios inferiores a los de mercado (en un entorno de precios firmes del petróleo), no pasa ninguna prueba de razonabilidad. Los esfuerzos de YPF por mejorar sus prácticas de sostenibilidad resultarán ineficaces si no logra manejar a todos sus acreedores de manera justa y transparente".