El guanaco regresa a La Pampa
El guanaco es uno de los mayores herbívoros de Sudamérica, presente desde hace un tiempo en casi todo el territorio argentino, excepto en la Mesopotamia. La presencia de esta especie autóctona es mayor en zonas protegidas, escapando de un histórico declive por la alteración de su hábitat, la caza indiscriminada –legal e ilegal– y la carencia de planes de protección y manejo para su conservación.
En su condición de herbívoro, el guanaco compite con el ganado bovino y ovino por los recursos forrajeros. Los últimos años han sido testigos de una campaña antiguanaco por parte de ganaderos afectados por su presencia, que proponen controlarlos y mantenerlos en zonas protegidas, argumentando, no sin razón, que no solo compiten con su ganado por el alimento, sino que su superpoblación produce graves accidentes en las rutas.
A fines del siglo XIX, la población total de guanacos rondaba los 7 millones. Hoy ocupa solo el 40% de su distribución original, apenas superando los 400.000, la mitad de ellos, en Santa Cruz. La provincia de La Pampa asistió a su casi completa extinción, conservando apenas pequeñas poblaciones como la del Parque Nacional Lihué Calel.
Con el objetivo de revertir esta situación, en 2018 el gobierno pampeano lanzó un proyecto de reintroducción del guanaco en otra reserva, el Parque Provincial Luro. A pedido de la provincia de La Pampa, con intervención de la ONG Rewilding Argentina (www.rewildingargentina.org) y del Consejo Agrario Provincial, se llegó a un acuerdo con la provincia de Santa Cruz y se acordó una donación de estos mamíferos a la zona pampeana para revertir allí su condición de especie amenazada.
El rewilding apunta a recuperar las funcionalidades, la salud y la integridad de los ecosistemas afectados. Uno de los mecanismos contempla la reducción de la interferencia humana para que prevalezca el devenir natural; intentando también retrotraer las condiciones a un estadio anterior, reintroduciendo especies que ya no están presentes u otras similares, con el objetivo de contribuir a recomponer los sistemas y los procesos naturales tal como se hace en reservas y parques diseñados a tales fines.
La provincia de la Pampa se encamina al cumplimiento de las conclusiones de la reciente Conferencia de las Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica, conocida como COP15, que tuvo lugar durante la segunda semana de diciembre último en Montreal. Entre sus numerosas metas de actuación, con recomendación de adoptarse inmediatamente y completarse para 2030, se establece la necesidad de conservar y gestionar de manera eficaz al menos el 30% de las zonas terrestres, de aguas continentales y costeras y marinas –hoy el 17% de las zonas terrestres y el 8% de las marinas son ya áreas protegidas declaradas– y restaurar de manera efectiva el 30% de los ecosistemas terrestres, costeros, marinos y de aguas continentales. Considerar a la naturaleza como un bien de capital permitirá conectar la salud del planeta con la estabilidad de las economías, proponiendo modelos de desarrollo para las comunidades rurales en un contexto de coexistencia con la naturaleza.
De cara a los objetivos comprometidos en Montreal, el proyecto de recuperar la población de guanacos en La Pampa para su conservación y potencial uso sustentable contribuye a reinstaurar en las reservas y parques provinciales una especie nativa cuyo monitoreo revela riesgo de desaparición.