Más payasadas del dictador venezolano
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Mientras Donald Trump reunía a su Consejo de Seguridad Nacional para evaluar los próximos pasos en relación con Venezuela, el dictador Nicolás Maduro se mostró desafiante en Caracas. Al frente de una marcha multitudinaria, bailó a cielo abierto y aseguró que 200.000 uniformados bien armados estaban listos para defenderlo de cualquier acción militar extranjera.
Pocos días antes, había ordenado a los miembros de la fuerza aérea bolivariana estar alertas, listos y dispuestos a defender la soberanía en el contexto de tensión que el despliegue militar estadounidense impuso, visto por el autócrata como una amenaza para sacarlo del poder.
Su patrón de conducta ante las enormes privaciones y adversidades que sufre el pueblo venezolano ha sido siempre el mismo: divagues y declaraciones apelando a la magia, absolutamente alejadas de la realidad, buscando distraer la atención para poner distancia de los graves problemas que enfrenta la población. Consciente del peligro, en contraposición, es absolutamente pragmático al reforzar medidas para su seguridad personal, incluyendo cambiar de cama y de celular, protegerse con guardaespaldas y estar atento a posibles traiciones internas.
Basta recordar que en enero de 2021 Maduro presentaba unas polémicas gotas, conocidas como Carvativir, afirmando que, neutralizarían totalmente el coronavirus. Aseguraba entonces también que las “goticas milagrosas” habían atravesado exitosamente estudios de nueve meses que habrían demostrado que podían recuperar a enfermos muy graves.
No menos disparatado fue cuando, en su primera cadena nacional, anunció que crearía una comisión de científicos para determinar si el cáncer que afectó al presidente Hugo Chávez había sido “inoculado”.
Otra de las descabelladas ideas del dictador bolivariano viene siendo el adelantamiento de la celebración de la Navidad. La primera oportunidad fue en 2013. A principios de noviembre de ese año utilizó la festividad para elevar el ánimo de la población luego de la muerte del expresidente Hugo Chávez.
El último intento de desviar la atención de la profunda crisis que atraviesa el país adelantando la Navidad fue este año, en medio de las graves tensiones que existen entre Venezuela y Estados Unidos, ante el despliegue de fuerzas armadas norteamericanas en el mar caribeño, tomadas por Maduro como amenaza de una posible invasión norteamericana.
Harto de la miseria, de las mentiras y de las violaciones a los derechos humanos, el pueblo venezolano solo quiere recuperar la libertad y la dignidad que un ridículo bufón sin gracia lleva años de retacearle.




