Nueva crisis política en Perú
La crisis política que acorrala al presidente de Perú, Pedro Castillo, tuvo un nuevo episodio cuando el mandatario brindó un sorpresivo mensaje a la Nación para anunciar que renovaría su gabinete tras aceptar la renuncia de su primer ministro, Aníbal Torres, debido a una nueva pugna con el Congreso. Es el cuarto jefe de gabinete en dejar el cargo desde que Castillo asumió el poder hace 16 meses, lo cual demuestra la debilidad interna que arrastra el gobierno. La oposición aprovechó esta circunstancia para insistir con sus constantes pedidos de destitución, como el solicitado hace pocos días.
El Congreso peruano aprobó comenzar el proceso de un nuevo pedido de juicio político contra el jefe del Estado bajo la causal constitucional de incapacidad moral permanente para ejercer el cargo. Con 73 votos a favor, 32 en contra y seis abstenciones, el parlamento peruano habilitó el proceso y convocó al primer mandatario para que mañana responda sobre las presuntas faltas constitucionales de las que se lo acusa estando en funciones. Tras la exposición de Castillo frente a los legisladores, se estima que la votación por su permanencia o su salida del gobierno sería inmediata.
El pedido de destitución es el tercero que se presenta en el Congreso contra el mandatario desde el inicio de su mandato. El primero ingresó en diciembre del año pasado, ocasión en que la iniciativa no llegó a ser debatida por el pleno del Congreso. El segundo fue presentado en marzo, cuando apenas reunió 55 votos.
Para expulsar al mandatario de su cargo, según la moción por incapacidad moral para gobernar, se necesitan 87 votos de los 130 parlamentarios, un número que sería difícil de alcanzar porque implicaría contar con el aval de legisladores oficialistas, según sostienen diversos analistas.
Dentro de las causas para justificar la permanente incapacidad moral del presidente figuran las sospechas de graves actos de corrupción, incompatibles con el ejercicio de la presidencia de la república. El documento aprobado por el Congreso asegura que “resulta inaceptable que un presidente ejerza el cargo en medio fuertes indicios de corrupción, grave indignidad, o cuestionamientos morales y éticos”.
Mientras transcurre esta profunda crisis que enfrenta a los poderes Ejecutivo y Legislativo, visitó el país el grupo de alto nivel de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que recomendó el inicio de una tregua y la convocatoria a un diálogo entre todos los sectores políticos, instituciones y representantes de la sociedad civil, con el objetivo de lograr una salida consensuada a la crisis que amenaza con perjudicar la gobernabilidad.
Se trata de un escenario político complicado y de alta inestabilidad que dificulta atender los asuntos más urgentes del país.
La propuesta de la OEA constituye una alternativa que merece ser considerada, ya que puede colaborar con la preservación de la institucionalidad y evitar el ahondamiento de la crisis.