Seguridad vial y Justicia
Un fallo que sostiene que un conductor alcoholizado no constituye un peligro genera un grave antecedente
Los accidentes de tránsito ocurridos durante el fin de semana largo de la Navidad arrojaron la impresionante cifra de veinte muertos y varios heridos, entre estos últimos dos niños y el jugador de River Diego Buonanotte. Los tres amigos que acompañaban al futbolista murieron.
Las investigaciones en marcha determinarán en cuántos de esos trágicos sucesos el alcohol jugó un papel importante, como suele ocurrir en este tipo de festividades.
Las cifras luctuosas tornan aún más grave un controvertido fallo que genera un peligroso antecedente en materia de seguridad vial, en el que un juez de la Capital Federal consideró que el hecho de que un conductor supere ampliamente el límite de alcohol en sangre permitido por la ley para conducir un vehículo no es condición suficiente para poner en peligro la vida de terceros.
En efecto, así lo entendió el juez en lo Contencioso, Administrativo y Tributario Guillermo Morosi, que recibió severas críticas por su cuestionable decisión. Así, por ejemplo, el director ejecutivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), Felipe Rodríguez Laguens, calificó de una "vergüenza" el fallo, que "daría a entender que la ingesta de alcohol al conducir no genera un peligro sobre la vida e integridad física".
Por su parte, el subsecretario de Seguridad Urbana de la ciudad, Matías Molinero, atacó los argumentos de Morosi al señalar: "No se puede sostener que no hubo peligro para terceros objetivamente, cuando el hecho ocurrió un sábado a las 20.25, en una de las zonas más transitadas de la ciudad el fin de semana. Decir eso es presuponer que no había nadie caminando por la vereda ni cruzando la calle en una esquina ni andando en auto por allí. El conductor tenía cuatro veces la cantidad de alcohol tolerada", y agregó: "El fallo es un mal precedente para todo lo que venimos logrando en la ciudad en materia de seguridad vial y, sobre todo, en alcoholemia".
El magistrado falló en favor de un conductor que, el 23 de mayo pasado, fue sometido a un test de alcoholemia en El Salvador al 5600, en la zona de Palermo Hollywood. La prueba demostró que tenía 2,26 gramos de alcohol por litro de sangre, cuando el máximo permitido para particulares es de 0,5. Para no ser sometido a juicio, el acusado pidió la suspensión a prueba o probation : donar la suma de 400 pesos a la institución que se determine, abstenerse de conducir cualquier tipo de rodado por 30 días corridos y asistir al curso que se dicta en la Dirección General de Educación Vial porteña. Morosi hizo lugar a la probation, al considerar que "si bien los hechos investigados en el expediente podrían conectarse con la problemática que con bastante frecuencia trae aparejada la ingestión de bebidas alcohólicas, ello tampoco puede ser un motivo válido para oponerse a la concesión de la probation" .
Está perfectamente demostrado que el alcohol deteriora marcadamente la función psicomotora y la capacidad para conducir con seguridad. El año pasado hubo 7552 muertes por accidentes fatales de tránsito en el país, y en un tercio de ellos el alcohol fue protagonista.
La decisión del juez Morosi en nada contribuye a sostener los esfuerzos que se están realizando a nivel nacional, provincial y municipal para disminuir las muertes ocasionadas por accidentes viales y, en especial, en aquellos donde el alcohol está presente.