Un justo reconocimiento
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El valor de la educación para promover el desarrollo del potencial individual es indiscutible, mucho más cuando se hace foco en los más vulnerables y excluidos de la sociedad. Ante la incapacidad del Estado para cubrir tantos baches en este terreno, el aporte de las organizaciones de la sociedad civil es insustituible y el papel de sus líderes se agiganta.
La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires aprobó declarar a Silvia Rueda de Uranga como Personalidad Destacada de la Educación. En sus 40 años de incansable trayectoria, ha desempeñado diversas funciones al servicio de la comunidad, siempre vinculando al tercer sector con el mundo privado para motorizar beneficiosas sinergias.
Actualmente es directora de la Fundación Pescar, que lleva más de 20 años de trabajo junto a jóvenes en situación de vulnerabilidad socioeconómica, acercándoles oportunidades de inserción laboral a partir de capacitación en nuevas tecnologías de la información y la comunicación. El impacto alcanzado es enorme y se suma al logrado juntamente con la Fundación Desarrollar, que también preside ella.
“No está instalada la cultura del progreso”, afirma con razón mientras batalla para que más y más jóvenes puedan diseñar y alcanzar un proyecto personal superador, buscando suplir el hecho de que muchos nunca hayan visto trabajar a sus padres. El trabajo en equipo, la autoestima, el proyecto de vida, el liderazgo y las habilidades comunicacionales son las mejores herramientas para cambiar el paradigma de estos jóvenes, pero también el de sus familias. Prepararse, comprobar que se puede y atreverse a dar el salto de inserción en el mundo laboral es la clave. El porcentaje de egresados de esos cursos que son contratados por empresas de primera línea ronda el 75%.
A su fructífero paso por la asociación Conciencia, dedicada a promover la participación ciudadana, el fortalecimiento de la democracia y la inclusión social mediante programas de educación y formación cívica, Silvia Rueda de Uranga impulsó modelos y estrategias que marcaron una diferencia y que la posicionaron como institución señera en el complejo escenario de la realidad local. Gracias a Conciencia miles de jóvenes argentinos se prepararon para ejercer liderazgos positivos y comprometidos con el futuro a lo largo de los años.
Sus inapreciables aportes le valieron numerosos reconocimientos locales e internacionales. En el marco del 150º aniversario de este diario, fue merecidamente elegida una de las diez figuras destacadas por su compromiso con el futuro de la Argentina. Con siete hijos y una veintena de nietos, nadie mejor que ella comprende que el mañana es una construcción colectiva que debemos arrancar hoy. Será gracias a muchos tenaces argentinos como ella que alcancemos una realidad de progreso y desarrollo para todos.