Aislado y represivo, el país que hereda Kim Jong-un
PEKIN.- Tras la muerte del dictador Kim Jong-il, Corea del Norte ya puso en marcha toda su maquinaria propagandística para convencer a los 24 millones de habitantes que no hay mejor sucesor que su hijo menor, Kim Jong-un, que no ha cumplido aún los 30 años y carece de experiencia política y militar.
Hace dos años, los norcoreanos desconocían por completo su existencia. Como todo en este hermético y aislado régimen estalinista, la vida privada del "Querido Líder" y su familia era un absoluto misterio del que nadie se atrevía a hablar en las calles de Pyongyang, como pudo comprobar este corresponsal.
Aquejado por el débil estado de salud en que lo sumió el infarto cerebral que sufrió en agosto de 2008, Kim Jong-il se vio obligado a acelerar la búsqueda de un sucesor para perpetuar en el poder a su estirpe.
Descartados sus dos hijos mayores, más interesados por la "dolce vita" de Macao y Singapur que por continuar el comunismo en la última frontera de la Guerra Fría, el único que quedaba era el benjamín de la familia. Por sorpresa, fue ascendido a general de cuatro estrellas en septiembre del año pasado y ungido como sucesor en octubre, durante el espectacular desfile por el 65° aniversario de la fundación del Partido de los Trabajadores.
Cuando el "Querido Líder" tomó las riendas del país en 1994 tras la muerte de su padre, Kim Il-sung, tenía 52 años y llevaba dos décadas acompañándolo en todos sus viajes, reuniones y apariciones públicas. A pesar de su larga trayectoria como delfín, guardó un período de luto de tres años hasta que finalmente tomó el control en 1997. Todo indica que Kim Jong-un tendrá que esperar mucho más si quiere seguir contando con el apoyo del ejército.
La propaganda ya lo ha bautizado el "Gran Sucesor" y lo tilda de "pilar espiritual y faro de esperanza", pero su juventud e inexperiencia siembran de incertidumbre la transición de poder en el hermético régimen. El periódico del Partido, Rodong Sinmun, alaba sus cualidades como "una gran persona nacida del cielo", pero Estados Unidos, Corea del Sur y Japón se preguntan si cuenta con el respaldo de los octogenarios militares que controlan el ejército, formado por 1,2 millones de soldados y dotado con entre 6 y 8 bombas nucleares.
Con el fin de evitar luchas internas, Kim Jong-il también ascendió a general a su hermana Kyong-hui, de 64 años, que formará una especie de triunvirato junto al heredero y a su marido, Jang Song-thaek, vicepresidente de la todopoderosa Comisión Nacional de Defensa. El cuñado del "Querido Líder" se perfila como el auténtico hombre fuerte de Corea del Norte y regente en la sombra.
Pero algunos expertos, como el negociador norteamericano en las conversaciones de desarme nuclear, Christopher Hill, alertan sobre que podría "pasar de mentor a rival en esta regencia de estilo medieval europeo".
Contrapeso
En la junta militar que asesorará a Kim Jong-un también tendrá un papel destacado el mariscal Ri Yong-ho, una de las figuras más prominentes del ejército, que ejercerá de contrapeso al triunvirato familiar.
Los Kim instauraron la primera dinastía comunista del mundo y lograron perpetuar el régimen creado por el fundador de la patria Kim Il-sung en 1948, tras la expulsión de los japoneses por su derrota en la Segunda Guerra Mundial. Separado del Sur capitalista desde el final de la guerra civil (1950-53), Corea del Norte es el Estado más hermético del mundo y uno de los más pobres. Pero gracias a la feroz represión de este régimen autoritario, ni la caída del bloque soviético ni la "Gran Hambruna" de mediados de los años 90, que hundió al país en una profunda crisis que pudo haberse cobrado dos millones de vidas, erosionaron el poder absoluto, casi divino, de Kim Jong-il, bautizado también por la propaganda oficial "Sol del siglo XXI".
Mientras su difunto padre seguía siendo el "Presidente Eterno" de la República Popular Democrática de Corea, Kim Jong-il piloteó durante 17 años con mano de hierro esta pequeña nación desde su puesto como secretario general del Partido de los Trabajadores. Para ello, se amparaba en la filosofía juche ideada por su progenitor -una adaptación del comunismo al confucionismo, marcada por un kafkiano culto al líder- y en su programa nuclear.
Con la política songun de primacía militar, el ejército ha desarrollado un avanzado programa nuclear que le sirve al régimen para practicar la diplomacia atómica en las estancadas negociaciones a seis bandas de Pekín, por las que Corea del Norte pretende obtener ayuda humanitaria, petróleo y reconocimiento diplomático a cambio de su desarme.
Formada por generales de más de 80 años con amplia experiencia militar y las solapas cargadas de medallas, la cúpula del ejército y sus familiares son la elite en la paupérrima Corea del Norte. Mientras la mayoría de la población malvive con cartillas de racionamiento, apagones constantes y sufriendo todo tipo de penurias, los militares y sus parientes disfrutan de numerosos privilegios.
En Corea del Norte, el ejército no sólo mantiene al partido y ejerce la represión con 200.000 presos en los denominados kwan li-so (campos de trabajos forzados), sino que es una de sus más potentes industrias gracias a la venta de armas, misiles y hasta secretos nucleares a regímenes tan poco recomendables como Myanmar o Irán. Unos turbios negocios que, según las estimaciones de Estados Unidos y Corea del Sur, le reportan al régimen varios cientos de millones de dólares al año.
Este es el siniestro país que hereda el "Gran Sucesor", Kim Jong-un.
lanacionarMás leídas de El Mundo
Cayó 1800 metros. "Los que estaban sin cinturón fueron lanzados contra el techo": relato de terror de un pasajero del vuelo de Singapore Airlines
“Censura escandalosa”. Israel suspendió la transmisión en vivo y confiscó cámaras de una de las principales agencias de noticias del mundo
De Chile a China. Cuáles son las rutas aéreas con más turbulencias del mundo