Asesinaron dentro del Vaticano al nuevo jefe de la guardia del Papa

CIUDAD DEL VATICANO.- Ayer por la mañana, Alois Estermann fue nombrado comandante de la Guardia Suiza Pontificia por Juan Pablo II. En las últimas horas del día fue asesinado, junto con su esposa, la venezolana Gladys Meza, en su casa del Vaticano, aparentemente por un vicejefe del cuerpo encargado de custodiar al Papa, que luego se habría suicidado.

La policía trabaja sobre la hipótesis de que el homicidio se produjo por un "rapto de locura del vicesargento Cédric Tornay", que luego se habría suicidado con su propia arma, según indicó anoche vocero del Vaticano, Joaquín Navarro Valls.

De acuerdo con el vocero, "éstas serían las primeras muertes violentas en los últimos tiempos" en el Vaticano.

El coronel Estermann, que fue una de las personas que cubrieron al Papa con sus cuerpos en el atentado de 1981, fue encontrado sin vida en su propia residencia vaticana junto a su esposa, y Tornay, pocos minutos después de las 21.

Estermann había sido ascendido ayer por el Papa a nuevo comandante de la Guardia Suiza, encargada de la seguridad pontificia, tras haber ejercido ese cargo interinamente durante seis meses, tras el alejamiento de su sucesor, Roland Buchs.

Los cuerpos del coronel, de su esposa y del vicesargento fueron encontrados por una mujer que vive en una residencia vecina, tras escuchar disparos. Después de un primer reconocimiento policial se estableció que las tres víctimas presentaban heridas de bala, y bajo el cuerpo de Tornay se encontró su arma reglamentaria.

Instantes después de conocerse los asesinatos, operadores de televisión, periodistas italianos y corresponsales extranjeros se arremolinaron, fuera del Vaticano, ante la entrada enrejada de Via da Porta, adonde otros guardias suizos comenzaban a llegar.

La investigación es conducida por el único juez del Estado del Vaticano, Jean Luigi Marrone, que ordenó practicar la autopsia a los cuerpos hoy por la mañana en el Estado pontificio.

Los profesores Piero Fucci y Giovanni Arcudi, consejeros médico legales de la dirección de servicios sanitarios de Vaticano, serán los encargados del examen forense.

Un hombre impecable

Estermann, de 44 años, nacido en Lucerna (Suiza) y nombrado vicecomandante en 1989, ejerció en los últimos seis meses el puesto interinamente en sustitución de Roland Buchs, que en noviembre pasado dimitió para hacerse cargo de los servicios de seguridad del Parlamento suizo, en Ginebra.

El nuevo comandante de la Guardia Suiza, que llegó al Vaticano en 1980, asumió horas antes de su muerte con el grado de coronel y entró a formar parte automáticamente de la familia pontificia. Estermann no era de origen noble, a diferencia de 27 de los 30 últimos jefes de la guardia.

Además de prepararse en la Academia militar de su país, Estermann estudió en el Instituto Teológico Cymari, de Roma. Muy apreciado en círculos vaticanos por su mezcla de juventud y experiencia y su cultura, Estermann hablaba cinco idiomas, entre ellos el español, lengua materna de su también asesinada esposa, la venezolana Gladys Meza Romero.

Estermann, que como oficial de la Guardia Suiza acompañó a Juan Pablo II en más de 30 viajes pastorales al extranjero, se hizo famoso por ser el primer oficial que sirvió de escudo humano al Papa en el atentado que sufrió en la plaza de San Pedro el 13 de mayo de 1981, obra del turco Mehmet Alí Agca.

El cargo de comandante de la Guardia Suiza es muy prestigioso pero poco remunerado: se estima que el salario básico no supera los 2000 dólares mensuales.

La búsqueda de un reemplazante para el último comandante se había extendido por seis meses supuestamente debido a la remuneración. Por ello, el honroso puesto había perdido parte de su esplendor, tanto para los nobles como para los ciudadanos comunes. Además, desde los años 70, este pequeño ejército tiene inconvenientes para llenar las vacantes de sus rangos inferiores, por lo que se vio obligado a completar sus cuadros con seminaristas.

Un caso sin precedente

CIUDAD DEL VATICANO (ANSA).- El Vaticano no registra hechos de sangre como la matanza de anoche; los últimos disparos que se oyeron fueron los del 13 de mayo de 1981, cuando Alí Agca atentó contra Juan Pablo II. Retrocediendo en los siglos, en 1848 fue asesinado Pellegrino Rossi, ministro del Estado pontificio, pero el crimen fue cometido fuera de los muros.

El Estado de la Ciudad del Vaticano posee ahora un derecho penal muy reducido que prevé sanciones para los criminales, en especial en el plano espiritual: censuras y excomuniones. En el Vaticano ni siquiera hay una cárcel.

Mercenarios devenidos en guardaespaldas

Ciudad del Vaticano (DPA).- La Guardia Suiza Pontificia fue creada en 1480 por el papa Sixto IV y constituida oficialmente en 1506 por Julio II. Es un resabio de los ejércitos mercenarios suizos que abundaban en Europa en la Edad Media.

Es el único cuerpo armado del Vaticano desde la disolución de la Guardia Noble y la Guardia Palatina, en 1970, y tiene por misión la custodia del Papa, juntamente con la policía italiana.

Durante el papado de Pío XI (1922-1939), fue reducida a 131 efectivos. Hoy conforman la Guardia 70 alabarderos, 25 suboficiales y cuatro oficiales, además del comandante.

El Comando de la Guardia está restringido a ciudadanos suizos católicos romanos, y fue visto tradicionalmente más como un honor que como una retribución económica. El pago actual es de unos 30.000 dólares anuales.

Obra de Miguel Angel

En los últimos años el número de candidatos a guardianes, con sus uniformes de color rojo, amarillo y azul, cuyo diseño original se atribuye a Miguel Angel, ha ido decreciendo. Incluso, el Vaticano se vio forzado a disminuir la estatura mínima requerida de 1,74 metro.

Los integrantes ordinarios de la Guardia deben ser solteros y tener menos de 30 años, y se les pagan unos 675 dólares mensuales.

Contrariamente a lo que se suele creer, algunos de ellos portan armas de fuego modernas y granadas con gases lacrimógenos. En 1944 fueron equipados con metralletas, previendo un golpe nazi contra la Santa Sede.

La Guardia Suiza festeja su día el 6 de mayo, aniversario del Saqueo de Roma (1527), durante el cual murieron 147 de sus integrantes al defender al Vaticano de las tropas de Carlos V.