Berlusconi volvió a encender la polémica tras recibir el alta médica
El premier italiano prometió "seguir adelante con más fuerza" y se refirió a la oposición con tono desafiante; se sometería a una cirugía plástica en Suiza
MILAN.- Apenas pocos minutos después de recibir el alta médica, el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, volvió a encender la polémica al pronunciar que seguirá al frente "con más fuerza" y desafiando a la oposición.
"Dos cosas me quedan de esta experiencia: el odio de unos pocos y el amor de tantos, muchísimos italianos", afirmó Berlusconi, en un mensaje oficial divulgado por la jefatura del gobierno en el que llama "a una nueva era de diálogo".
"Si lo que ocurrió genera una mayor conciencia de la necesidad de un lenguaje más moderado y honesto en la política italiana, entonces este dolor no ha sido inútil", agregó.
Abandonando el tono conciliador, el Cavaliere añadió: "Algunos representantes de la oposición parecen que han entendido: si se distancian con honestidad de los pocos que fomentan la violencia, entonces se podrá finalmente comenzar una nueva era de diálogo".
Asimismo, Berlusconi prometió "seguir adelante con más fuerza y determinación el camino de la libertad" y de "las reformas".
Con el rostro visiblemente hinchado y en parte cubierto por un vendaje, Berluconi saludó con la mano a decenas de periodistas desde su automóvil. "Buen regreso a casa" rezaba una bandera colocada en una valla cercana a la entrada de la residencia, cuyas vías de acceso estaban estrechamente vigiladas por la policía.
Tras recibir el alta, Berlusconi fue trasladado a su residencia en Arcore, en las afueras de Milán, donde tendrá que estar apartado de cualquier actividad laboral al menos durante dos semanas, según las recomendaciones de los médicos.
En tanto, según publicó el diario helvético Le Matin, el primer ministro sería sometido en los próximos días a una cirugía plástica reparadora en una clínica de Suiza, más precisamente en el cantón Ticino.
El diagnóstico después de la agresión dio cuenta de una fractura de la nariz, una herida en el labio superior y dos dientes rotos. Como consecuencia, Berlusconi debió pasar cuatro noches en el hospital San Raffaele de Milán a pesar de un pronóstico inicial que señalaba entre 24 y 36 horas de observación debido, según su médico personal Alberto Zangrillo, a dolores persistentes en el rostro y en la cervical.
El primer ministro deberá descansar y "evitar todos los compromisos de carácter público" durante unos 10 o 15 días por orden de su médico, aunque su portavoz Paolo Bonaiuti, quien lo considera "un volcán siempre en erupción" y un trabajador incansable, sostiene que será difícil tenerlo en casa.
A raíz de ello, fueron canceladas todas las actividades previstas del primer ministro, como la rueda de prensa de fin de año, así como la visita de Navidad el 25 de diciembre a L´Aquila, donde iba a reunirse con damnificados por el terremoto de abril pasado.
La situación del agresor. La jueza Cristina Di Censo, por otra parte, confirmó el arresto de Massimo Tartaglia, quien atacó el domingo con una pequeña reproducción del Duomo de Milán al premier. El sujeto, de 42 años y con problemas psíquicos desde hace diez, podría reiterar el delito, consideró la jueza, que rechazó el pedido de sus abogados defensores de trasladar a Tartaglia a un hospital psiquiátrico.
El agresor, que le escribió una carta de disculpas al Cavaliere , permanecerá por lo tanto en una celda de la cárcel milanesa de San Vittore, controlado a vista las 24 horas por un agente.
El Cavaliere resultó herido el pasado domingo tras un acto en la Plaza del Duomo, cuando Tartaglia le arrojó una estatuilla que representaba la catedral de la ciudad, de las que se venden como recuerdo para los turistas.
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