
Camufladas, pequeñas e insólitas, las armas que hacen temblar al FBI
Distribuyó un catálogo en los aeropuertos
1 minuto de lectura'

WASHINGTON.- Si tiene planeado viajar a Estados Unidos y quiere evitar un mal momento en los controles de los aeropuertos no lleve en su bolso de mano sobres de sopa, crema de afeitar, fijador de cabello, latas de productos de belleza o mazos de cartas, porque el FBI cree que en ellos se pueden esconder pequeñas armas para ser usadas en el secuestro de aviones.
El FBI distribuyó esta semana a todos los aeropuertos del país un informe de 89 páginas con 85 tipos diferentes de cuchillos en miniatura, que pueden ser escondidos en las hebillas de los cinturones, peines de plástico, cepillos de dientes y en lápices de labio.
Sus fotografías muestran también cómo esos elementos cortantes son vistos en los scanners al ser sometidos a rayos X.
Desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, los controles en los aeropuertos aumentaron de tal manera que muchos objetos que hasta ese momento formaban parte del equipaje común para los turistas, como alicates y limas de uñas, no se permiten.
Los terroristas que secuestraron los aviones comerciales el 11 de septiembre de 2001, que luego lanzaron sobre las Torres Gemelas y el Pentágono, utilizaron pequeños cuchillos que no fueron registrados por los detectores de metales ni por los scanners de los aeropuertos.
Según el Federal Bureau of Investigation (FBI), algunos de los cuchillos que se incorporaron en el nuevo catálogo de objetos peligrosos pueden conseguirse en los negocios por menos de 20 dólares.
A partir de los atentados de 2001, la unidad de armas de fuego y herramientas del laboratorio del FBI inició una colección de cuchillos pequeños fácilmente camuflables que ahora ha puesto a disposición de los organismos de control en los aeropuertos.
Muchos de ellos, dijo la agencia de seguridad, se pueden conseguir hechos en material plástico, lo cual hace que no sean considerados un arma. Sin embargo, agrega el informe, cada uno de esos cuchillos fue diseñado para cortar y ser completamente funcional a ese objetivo.
"Así como pueden ser utilizados para cortar papeles, cartón u otro material, esos cuchillos deben ser considerados potenciales armas peligrosas", indica la presentación del informe del FBI, llamado "Guía 2003 de armas camuflables".
Las potenciales armas se pueden camuflar en tarjetas de felicitaciones, tarjetas de crédito, paraguas y cepillos de dientes, hebillas de cinturones, cartas de juego, llaveros, monederos y crucifijos. Muchos de ellos forman parte del equipaje que los pasajeros llevan consigo en la cabina del avión.
Miedo a la imaginación
El informe del FBI presenta una fotografía de tamaño natural de cada uno de los objetos y también la reproducción de cómo éstos pueden aparecer en un bolso que es sometido a un scanner de rayos X.
En él se exhibe, por ejemplo, una variedad de falsas llaves que esconden un cuchillo de metal, fabricadas en Japón, Italia o en Estados Unidos con tecnología suiza. En otra variante de la misma llave presenta un elemento que puede ser utilizado para abrir una esposa policial.
También hay un cuchillo metálico cuya punta se esconde en un cinturón y tiene una agarradera o mango formada por la hebilla, o un pequeño cuchillo escondido en un collar con brillantes de mujer fabricado en Alemania.
Un artículo curioso es un llavero con forma de casco como el que utilizan los corredores de autos, de plástico, que en su interior tiene escondida una pequeña hoja metálica que puede desplegarse y usarse como elemento cortante.
Están, además, las espadas-paraguas, que se pueden comprar por Internet por 49,95 dólares más gastos de envío, según la fábrica que las produce en Estados Unidos, Atlanta Cuterly. Según el catálogo, es una espada "para la protección de todo tipo de clima" que protege tanto de la lluvia como de los asaltantes. El FBI la incorporó en su catálogo de armas peligrosas. "Puntiagudo, acero inoxidable quirúrgico, tiene un filo específicamente designado para una profunda penetración", explica el catálogo.
Estas armas pueden ocultarse en latas de espuma de afeitar de venta masiva, sopas crema o fijadores de cabello, que no deberían llamar la atención porque son de uso cotidiano.
El FBI les teme tanto a la peligrosidad como a la imaginación de los terroristas, que según la Secretaría de Seguridad Interior podrían utilizar elementos químicos de venta libre para realizar atentados.
El clima de temor en la administración Bush llevó a tomar nuevas medidas que hacen más difícil el ingreso de los extranjeros en Estados Unidos. Desde el martes pasado se exige visa a todos los extranjeros que pasen por el territorio norteamericano, aunque estén en tránsito hacia terceros países, ya que la Secretaría de Seguridad Interior suspendió los dos programas que los contemplaban.
Otra de las medidas que responden a los mayores controles de seguridad es la exigencia de pasaportes que puedan ser leídos por una computadora para los países que están bajo el programa de visa waiver. Este nuevo requerimiento entrará en vigor el 1° de octubre próximo para los países que gozan de ese privilegio, por el que no es necesario contar con visa para ingresar como turista. A la Argentina se le quitó ese privilegio, que tienen 27 países, en febrero del año pasado.
A prisión por una broma
NUEVA YORK (ANSA).- Un piloto de la Air France, cansado de los controles de seguridad del aeropuerto John Kennedy, de Nueva York, dijo ayer con ironía mientras cruzaba los controles de seguridad que llevaba una bomba en su zapato. Pero la broma le puede costar 11 años de prisión.
"Tengo una bomba en el zapato", dijo el piloto, cuyo nombre no fue difundido, antes de ser detenido.
La vocero del aeropuerto, Tiffani Townsend, dijo que el piloto "dijo cosas totalmente inapropiadas". El incidente ocurrió poco antes de la partida de un vuelo de la Air France con destino a París. El piloto primero se negó a pasar a través del detector de metales y luego hizo lo mismo ante la solicitud de quitarse los zapatos. El hombre fue detenido y el vuelo cancelado, y dejó a 350 pasajeros varados.




