Chile entra en la fase final para la votación que pondrá a prueba su modelo

SANTIAGO, Chile.- Con el inicio de la franja electoral en canales de televisión de libre recepción, y a un mes que los chilenos acudan a las urnas, el plebiscito que definirá si se cambia o no la Constitución entró en su recta final de la mano de altas expectativas de participación y la realización del proceso en medio de la pandemia de coronavirus.

Gestado tras el estallido social de octubre del año pasado, cuando a través de multitudinarias manifestaciones se levantaron una serie de demandas sociales y cuestionamientos al modelo económico, el referéndum chileno recobró su protagonismo en los últimos días y las fuerzas políticas intensificaron sus estrategias para captar un electorado que, en todas las encuestas previas, ha expresado su favoritismo por la opción apruebo.

Según un sondeo de la Fundación Instituto de Estudios Laborales (FIEL) junto a la encuestadora MORI, presentado esta semana, el 66% de los chilenos afirmó que votará por un cambio constitucional, mientras el 15% estableció que se opondrá a la implementación de una nueva Ley Fundamental.

Por otra parte, una encuesta realizada por la empresa argentina Numen, y difundida por el comando del rechazo, cifró una diferencia de casi ocho puntos a favor de la opción apruebo.

"Todo lo que se ha visto hasta ahora indica que el apruebo se impondría en octubre. Sumemos a ese panorama, que hay personeros del oficialismo que han manifestado públicamente su apoyo a dicha opción", comentó Máximo Quitral, Politólogo y académico de la universidad UTEM.

"El propio gobierno de Piñera ha dicho que apoya un cambio de Constitución, lo que tensionó a algunos partidos de gobierno, que consideran innecesario cambiar la actual Carta Magna. En ese contexto, las fuerzas políticas comprometidas por el rechazo han visto mermada su capacidad de triunfo", añadió el académico.

Además de la definición sobre el cambio de la Constitución establecida durante la dictadura de Augusto Pinochet, el plebiscito del próximo 25 de octubre también definirá el mecanismo para redactar la nueva Ley Fundamental, en el caso que se apruebe la modificación.

Para ello, se incluirán dos opciones para ser votadas: Convención Mixta Constitucional o Convención Constitucional. La primera estaría conformada en partes iguales por miembros del actual Congreso y otros electos por la ciudadanía, mientras que la segunda implica que todos los miembros serán electos por los chilenos para este fin en particular. Asimismo, y en el caso de ganar la opción apruebo, la nueva Constitución ya redactada se sometería a otro plebiscito ratificatorio.

"Estoy convencido que la inmensa mayoría de los chilenos queremos perfeccionar, modernizar o cambiar nuestra Constitución. En el Plebiscito del 25 de octubre, los ciudadanos democráticamente elegiremos el camino a seguir", dijo el presidente chileno, Sebastián Piñera, en el discurso que realizó esta semana ante la Asamblea General de Naciones Unidas, y que estableció la posición del gobierno ante la consulta popular.

Convocado inicialmente para el 26 de abril, y después de ser postergado por la expansión del coronavirus, el referéndum además se realizará bajo diversas medidas de seguridad como mantener la distancia social y la obligación que cada votante lleve su propio lápiz azul.

También se eliminarán las cortinas de las cámaras secretas, las salas de sufragio se sanitizarán y se establecerá un rango de horario específico para que los adultos mayores puedan sufragar. Todo en medio de un alza en los casos diarios de Covid-19 y que se reflejó en los 2.222 nuevos contagiados de coronavirus del pasado viernes, la mayor cifra desde julio.

"Sabemos que hay temor, pero también quiero enfatizar que ir a votar este 25 de octubre no será más peligroso que ir al supermercado, pagar la cuenta, hacer un trámite. Lo que está en juego es demasiado importante para que nuestros ciudadanos se resten", comentó Patricio Santamaría, presidente del consejo del Servicio Electoral.

El escenario político, en tanto, presenta diversas realidades. En el propio oficialismo convergen las dos posiciones y partidos como el centroderechista Renovación Nacional, incluso, tuvo que dividir los minutos destinados para la franja televisiva entre ambas opciones. En la entrega televisiva hubo guiños a las manifestaciones del año pasado, la presencia de evangélicos por el rechazo y la incorporación de la sociedad civil.

La redacción del nuevo texto también es otro elemento polémico. Mientras la oposición y los adherentes del apruebo esperan que la nueva Constitución se redacte desde cero, respetando los tratados internacionales suscritos por Chile, en el rechazo y los sectores más conservadores han planteado como principal idea evitar la creación de un nuevo texto para posteriormente reformar.

Por el momento, y pese a la pandemia y la emergencia sanitaria, se espera que la participación supere a las elecciones presidenciales de 2017, lo que se refleja en un más de un 59% de chilenos que anticiparon su decisión de sufragar, según el sondeo de las empresas MORI y FIEL.