Chile: las jubilaciones, gran preocupación

SANTIAGO, Chile.- El rostro frío y adusto del ministro de Hacienda, Andrés Velasco, ha estado durante toda la última semana en cada una de las portadas de los principales periódicos chilenos.

Primero, por ser el artífice del presupuesto para el año 2009, el más austero en los últimos seis años de gobiernos de la Concertación, con un aumento del 5,7% en el gasto fiscal total. Segundo, por ser el padre protector que a los chilenos tanto les gusta escuchar, con frases tales como "este gobierno ha hecho las tareas", "hay que mantener la cabeza fría" y "cuando uno está en la playa y el agua está alta, todos nos vemos igual, pero cuando la marea se retira, queda claro quién tiene puesto el traje de baño y quién no".

Pero algo no cuadra. "Dólar: 585 pesos", anuncia uno de los carteles de las innumerables casas de cambio situadas en la calle Agustinas, en pleno centro de la ciudad. En lo que va del año, el peso acumula una baja del 14,98% frente a la moneda estadounidense y se ubica, por primera vez en mucho tiempo, al borde de los 600 pesos.

En la vereda opuesta, el cobre anda por los suelos: cayó al mínimo de los últimos 20 meses en la Bolsa de Metales de Londres (US$ 2,58) y tiene a la división Salvador de Codelco al borde de producir a pérdida. La bolsa local registró ayer una caída de más del 6%. El nerviosismo cunde.

Entre los chilenos de a pie, la principal preocupación es el desplome de las aseguradoras de fondos de pensiones (AFP) y, específicamente, del hoy famoso fondo A, el mismo que hasta hace 12 meses era la estrella del mercado de pensiones, recomendado por todos los especialistas. Desde julio de 2007 hasta la fecha, las pérdidas de las AFP superan los 20.000 millones de dólares, casi un 20% del fondo total. Hoy, 1.300.000 personas siguen en el veleidoso fondo A y sólo los 56.000 afiliados del fondo E (menos del 1%) no han perdido nada.

"Nos aconsejaron a todos que nos cambiáramos al fondo A [de mayor riesgo] y hoy nos piden que aguantemos. He perdido buena parte de mis ahorros. Ya no sé qué hacer", dice a LA NACION Jesús Manuel Salvatierra, a quien le faltan menos de cinco años para jubilarse y cuyas pérdidas, al parecer, ya son irreversibles.

La nafta sobrepasó ayer la barrera psicológica de los 800 pesos (US$ 1,35) por litro en algunas ciudades. Los rumores de ajustes en las empresas comienzan a circular. El consumo disminuye. Los consejos se repiten día tras día en los medios locales: cuide la pega (trabajo), maneje bien el presupuesto y utilice el vehículo lo menos posible. "Hay que ser austeros", recomienda el asesor del Ministerio de Hacienda, Axel Christensen. "Los próximos 12 a 36 meses serán muy difíciles", anticipó ayer a LA NACION el ex presidente del Banco Central, Vittorio Corbo.

Por lo pronto, el gobierno anunció la semana pasada el fin de su programa de intervención cambiaria estrenado en abril, la licitación de la compra de swap de divisas y la repatriación de US$ 1000 millones desde bancos extranjeros a instituciones del mercado local, para inyectar liquidez en el sistema.