Correa acusa a Moreno de un "complot" para llevarlo a la cárcel
BRUSELAS.- El expresidente ecuatoriano Rafael Correa , el hombre que tuvo durante una década la suma del poder público en su país, entró ayer en una etapa de repliegue defensivo al denunciar un "complot" por la orden de detención que emitió la Justicia ecuatoriana por un intento de secuestro.
Desde Bruselas, donde reside desde el año pasado, Correa rechazó las acusaciones de asociación ilícita y de secuestro del exdiputado opositor Fernando Balda, que llevaron a la Corte Nacional de Justicia a solicitar a Interpol la captura y extradición del exmandatario.
"Hay toda una hoja de ruta, hay todo un complot", declaró Correa sobre el caso que lo tiene enredado con la ley, y que de prosperar el pedido internacional puede llevarlo directo a la Cárcel 4 de la capital ecuatoriana.
Correa estuvo al frente del gobierno ecuatoriano de 2007 a 2017, cuando asumió la presidencia un hombre de su entorno, Lenín Moreno , que a las pocas semanas comenzó a deconstruir su tinglado político y a desandar el camino del populismo de izquierda que enarbolaba con orgullo su mentor.
Caído en desgracia con el nuevo gobierno, derrotado luego en un referéndum con el que pretendía relanzar su carrera y defenestrado por una opinión pública adversa, Correa quedó ahora arrinconado por los tribunales, que empiezan a pasarle viejas facturas sobre presuntos abusos de poder.
El exdiputado Balda, un férreo opositor del entonces jefe del Estado, lo acusó de haber ordenado su secuestro en 2012, en Bogotá, donde se había refugiado escapando del largo brazo de un presidente que al parecer no le perdía los pasos.
Según Correa, el gobierno de Moreno está "sin dudas" detrás de la conspiración para mandarlo a la sombra. "Él está detrás de todo esto, de la judicialización de la política", dijo el expresidente en declaraciones a la agencia AFP.
La "hoja de ruta" supuestamente trazada para concretar su perdición contaría también con el llamado del gobierno a los legisladores para levantar su "inmunidad presidencial", y el intento de presionar a otras personas claves, como un exjefe de la Secretaría de Inteligencia.
Tres agentes de la inteligencia ecuatoriana estuvieron detrás de la operación en Bogotá, donde contrataron a matones profesionales del hampa local, en una maniobra que según la denuncia vino urdida desde arriba en la escala del poder y que fue desbaratada justo a tiempo por la policía colombiana.
Balda se salvó del secuestro y de sus consecuencias como cautivo de una banda de criminales colombianos y de agentes del espionaje ecuatoriano. Poco después, sin embargo, fue expulsado de Colombia a pedido de Quito, para que respondiera por varios delitos, y estuvo en la cárcel más de dos años por injurias y por atentar contra la seguridad del Estado.
Implicado por la fiscalía, el estatus legal de Correa pasó anteayer de sospechoso -que podía defenderse en libertad- a procesado con pedido de prisión. El detonante fue no comparecer a una audiencia ante la Corte. Correa se quedó en Bélgica y, en cambio, se presentó en el consulado ecuatoriano, una medida unilateral sin efecto legal.
Según la jueza Daniela Camacho, que dictó la prisión preventiva, la medida es consecuencia del incumplimiento de Correa de presentarse cada 15 días ante la Corte, como lo había ordenado el 18 de junio, comenzando el 2 de julio.
Correa afirmó ayer que la circular roja de Interpol "no va a tener ningún éxito", ya que ese organismo de cooperación policial internacional "toma su tiempo, analiza el caso y de ser político lo desecha", y "más político que esto no hay". En una férrea maniobra defensiva, Correa desdobló sus esfuerzos legales para salir del apuro simultáneamente en dos frentes, con abogados en Ecuador y Bélgica.
Los abogados en Quito ya apelaron la decisión de la Justicia, aunque sin esperanzas y con el objetivo, según Correa, de "poder ir a tribunales internacionales". Y no descartó solicitar el asilo en Bélgica, un país que en su opinión "jamás" daría trámite a una extradición.
Su abogado en Bruselas, Christophe Marchand -que también asesoró al líder catalán Carles Puigdemont tras fugarse de España-, retomó por su parte el discurso victimista y conspirativo de su cliente, y ratificó la denuncia de una presunta hoja de ruta trazada a mano alzada por su gran enemigo, el presidente Moreno, donde el punto de partida es un Correa libre y el de llegada un Correa hundido en una celda quiteña.
"Hubo un juicio en Quito con una decisión de la jueza de cambiar las medidas cautelares por una decisión firme de prisión. Y eso fue sin aviso previo, de repente, la decisión nacional de detención", dijo Marchand, y afirmó que todavía no hay "nada en vigor" que permita su arresto.
La orden de detención puede "estar en camino", admitió sin embargo el abogado belga, aunque "quizás haya algunos recursos de apelación que se pueden presentar en Ecuador y que pueden parar un poco la demanda".
"Me parece, cuando veo todo el camino hasta este momento, que es un camino lleno de ilegalidades, que la idea primera fue que él no cumpliera para que pudiera tomar esta medida de detención", concluyó Marchand.
Companheiro @MashiRafael, soube que você também, de forma tão absurda como fazem comigo, é vítima da judicialização da política, em que alguns juízes querem nos desqualificar enquanto dirigentes políticos [...]&— Lula (@LulaOficial) 4 de julio de 2018
Los aliados más estrechos de Correa en la región, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y el boliviano, Evo Morales, se solidarizaron con su antiguo colega, con quien compartieron cumbres y denuncias al "imperialismo". "Primero Cristina. Luego Lula. Ahora Rafael Correa. Cese la persecución contra los líderes auténticos de nuestra América", exigió Maduro vía Twitter.
Primero Cristina. Luego Lula. Ahora Rafael Correa. Cese a la persecución contra los líderes auténticos de nuestra América. La Revolución Bolivariana se solidariza con el pueblo de Ecuador y @MashiRafael&— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) 4 de julio de 2018
"Denunciamos politización de la Justicia ecuatoriana e injerencia de #EEUU en intención de encarcelar a un inocente. Estamos contigo Hno. Correa. ¡Venceremos!", afirmó por su parte Morales en su cuenta de Twitter, tras lo cual Ecuador llamó a consultas a su embajador en Bolivia.
Rechazamos solicitud de la Fiscalía de Ecuador de prisión preventiva contra el expresidente de ese país, Hno. @MashiRafael. Denunciamos politización de la justicia ecuatoriana e injerencia de #EEUU en intención de encarcelar a un inocente. Estamos contigo Hno. Correa ¡Venceremos!&— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) 4 de julio de 2018
La historia no cambiará porque decidan criminalizar la política, ni porque encierren a los dirigentes de izquierda y progresistas. Hay un legado de aquellos gobiernos que trabajaron incansablemente por su pueblo que no podrán borrar. Mi solidaridad con @MashiRafael y @LulaOficial&— Ollanta Humala Tasso (@Ollanta_HumalaT) 4 de julio de 2018
El caso que complica al expresidente
- Acusación: El exdiputado opositor Fernando Balda acusa a Correa de ser el autor intelectual de su intento de secuestro en 2012, mientras estaba refugiado en Bogotá. El exlegislador sostiene que cinco personas lo subieron a la fuerza a un auto, pero la policía colombiana interceptó el vehículo y logró su inmediata liberación. En la investigación, una jueza determinó que Correa debía presentarse el lunes pasado y en adelante cada 15 días en la Corte Nacional de Justicia (CNJ) en Quito. Sin embargo, el expresidente cumplió con la diligencia en el consulado de Ecuador en Bélgica. La Fiscalía consideró que incumplió la disposición y pidió anteayer su prisión preventiva por los delitos de asociación ilícita y secuestro. La Justicia aceptó el pedido y solicitó a Interpol su captura y extradición.
- Defensa: Correa es el más alto funcionario en ser vinculado a este caso, por el que también hay tres agentes de inteligencia y un excomandante de la policía detenidos. Además, pesan una orden de prisión y un pedido de extradición sobre un exjefe de inteligencia que está en España. Correa, que se mudó a Bélgica el año pasado tras una década en el poder, denuncia una persecución política y judicial, en medio del duro enfrentamiento con su sucesor y exaliado, Lenín Moreno. En su primera declaración voluntaria, Correa negó en Bruselas conocer a los policías implicados en el caso.
- Opciones: El caso aún está en etapa de instrucción fiscal, por lo que queda la posibilidad de que Correa sea sobreseído antes de que la CNJ llame a juicio. Para que pueda ser enjuiciado deberá estar en Ecuador, pues el secuestro es un delito por el cual la ley ecuatoriana impide el proceso en ausencia. Si no fuera detenido o no se presentara al eventual juicio, el proceso quedaría en suspenso y prescribiría en seis años. La defensa de Correa aún puede pedir la sustitución o revocatoria de la prisión preventiva. Su defensa también anticipó la posibilidad de que pida asilo en Bélgica, de donde es su esposa.
Agencias AFP y ANSA
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