
Ejecutarán hoy a Timothy McVeigh
En las últimas horas señaló que lamenta las muertes, pero no se arrepiente de lo que hizo; se despidió de sus familiares Será la primera ejecución federal en 36 años El condenado dijo sentirse tranquilo y listo para morir Establecen fuertes medidas de seguridad cerca de la cárcel
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TERRE HAUTE, Indiana, EE.UU.- A apenas horas de su ejecución, que mantiene en vilo a la opinión pública norteamericana, Timothy McVeigh, el veterano de la Guerra del Golfo que en 1995 hizo explotar un edificio federal en Oklahoma City, aseguró que "lamenta" las 168 muertes que causó, pero no mostró arrepentimiento por el atentado en sí.
Defendió su acción como "una táctica legal" en su guerra contra lo que él considera un gobierno federal opresor. "Siento que esa gente tuviera que perder sus vidas", escribió McVeigh, de 33 años, en una carta publicada por el diario The Buffalo News, de su ciudad natal. "Pero ésa es la naturaleza de la bestia. Se entiende que ése será el tributo en vidas humanas", agregó.
El condenado por el peor atentado terrorista en suelo americano de la historia afirmó estar listo para morir y que prefiere eso a pasarse el resto de su vida en prisión.
McVeigh asegura no creer en la vida después de la muerte. Sin embargo, si resultase que sí existe, dijo: "Improvisaré, me adaptaré y venceré". Y con ironía, añadió: "Si voy al infierno, voy a tener mucha compañía".
McVeigh será ejecutado hoy a las 7, hora local (9 de la Argentina), por medio de una inyección letal. Esta será la primera vez en 38 años que el gobierno de Estados Unidos lleva a cabo una ejecución federal. El último condenado federal fue Víctor Feguer, ejecutado en Iowa por el secuestro y asesinato de una mujer, en 1963.
Ayer, McVeigh fue trasladado desde su celda, en la prisión de alta seguridad en Terre Haute, Indiana, a las inmediaciones de la cámara donde será ejecutado. Escribió cartas y habló por teléfono con su familia, de la que se despidió. Allí pasará sus últimas 24 horas, en una habitación sin ventanas con una pared acristalada, bajo permanente vigilancia.
Afuera, las autoridades establecieron fuertes medidas de seguridad ante el temor de que algún simpatizante intente otro atentado o de que se produzcan enfrentamientos entre los grupos en favor y en contra de la pena de muerte. Dentro de las instalaciones de la cárcel se han dispuesto dos recintos diferentes para ambos bandos. Unos 800 policías con chalecos antibalas fueron desplegados por las calles de esta usualmente apacible ciudad del Medio Oeste. Como prevención, los edificios públicos cerrarán hoy, y se prohibieron los vuelos sobre la penitenciaría. Camiones de televisión, con grandes equipos de filmación y antenas satelitales, se apostaron en las inmediaciones de la prisión. Unos 1700 periodistas tomaron por asalto los hoteles o se instalaron en carpas.
En directo
La ejecución será transmitida por circuito cerrado de televisión a 300 familiares de las víctimas y supervivientes del atentado.
McVeigh fue hallado culpable de realizar el ataque contra el edificio Alfred P. Murrah, de Oklahoma City, que dejó 168 muertos (19 de ellos niños). El condenado ha sostenido que detonó las 3,5 toneladas de dinamita para dar al gobierno una lección por las desastrosas operaciones federales en Ruby Ridge, Idaho, en 1992 (cuando agentes federales mataron a la esposa e hijo de Randy Weaver, un racista blanco acusado de vender armas al que pretendían arrestar), y en Waco, Texas, en 1993 (cuando se puso fin al sitio de la secta davidiana y 80 de sus miembros murieron). Su ejecución estaba programada para el 16 de mayo, pero fue postergada cuando el FBI reveló unas 4000 páginas en documentos nuevos relacionados con el caso. Esta vez, sin embargo, no se esperan apelaciones de último momento.
De héroe a criminal
- Timothy McVeigh nació en Buffalo, Nueva York, en 1968, en una familia de clase media baja. De chico era fanático de la televisión, las tiras cómicas de superhéroes y las revistas de armas.
- En 1988 ingresó en el ejército. Participó de la Guerra del Golfo y fue condecorado por su labor. Al regresar a Estados Unidos quiso ingresar en los Boinas Verdes, pero no fue aceptado.
- Comenzó a criticar cada vez más al gobierno federal y preparó un atentado. El 19 de abril de 1995 hizo estallar el edificio federal Alfred P. Murrah, de Oklahoma City. Dejó 168 muertos.
- McVeigh fue detenido por azar poco después del ataque, cuando manejaba un auto sin patente.
Imágenes del infierno en Oklahoma
El horror estalló a las 9.02 del 19 de abril de 1995. La mitad del edificio federal Alfred P. Murrah desapareció, consumida por la fuerza de las 3,5 toneladas de explosivos que Timothy McVeigh había colocado en una camioneta.
Siguió el caos: gritos, llantos, sangre. El atentado dejó 168 muertos, 19 de ellos niños que se encontraban en la guardería del edificio. Como Baylee Almon, el bebe de esta foto a quien el bombero Chris Fields intentó desesperadamente salvar.




