El fracaso de la diplomacia norteamericana, reflejo de una nueva dinámica en la región
WASHINGTON.- El fracaso de Estados Unidos a la hora de lograr un cese del fuego firme en la Franja de Gaza, a pesar de dos semanas de intensa diplomacia, refleja la nueva dinámica regional en la que el actor más poderoso del mundo tiene una influencia reducida y menos aliados.
Cuando el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, salió de Washington el 21 de julio en una misión para intentar detener la guerra entre Israel y el grupo islamista Hamas, más de 400 civiles palestinos habían muerto, en su mayoría civiles, junto con 20 israelíes, 18 de ellos soldados.
Casi dos semanas después, luego de una exhaustiva campaña de diplomacia en El Cairo, Jerusalén, Ramallah, Tel Aviv y París, y decenas de llamadas telefónicas, la cifra de muertos se cuadriplicó, dos ceses del fuego fracasaron y la violencia continúa. La campaña diplomática de Washington se ha vuelto más compleja por la erosión de su posición en Medio Oriente.
Entre otros factores que contribuyen se incluyen las tensiones entre los grandes actores árabes, quienes ven al conflicto como una guerra de poder contra Hamas y sus aliados islamistas; algo de torpeza en la diplomacia estadounidense, como los momentos inoportunos que escoge, y las tensiones entre Estados Unidos e Israel.
"No hay duda de que la influencia de Estados Unidos disminuyó" en el mundo árabe, dijo Daniel Kurtzer, ex embajador de Washington en Israel y Egipto, ahora profesor de la Universidad de Princeton.
La credibilidad de Estados Unidos también fue debilitada por su reticencia a intervenir en la guerra civil en Siria; por el intento de Kerry de lograr un diálogo de paz más amplio entre israelíes y palestinos, que fracasó en abril; y por la inestabilidad en Irak, a pesar de una década de enorme intervención de Washington.
"Eso comunica la idea de que Estados Unidos no comprende totalmente las complejidades de la región", dijo Kurtzer, al sugerir que la percepción que empezó a predominar en algunos países en la región es que pueden desafiar a Washington sin pagar un precio.
En un hecho elocuente, y una notable violación de protocolo, Kerry y sus principales colaboradores fueron brevemente examinados con un equipo de detección de metales cuando llegaron a una reunión con el presidente egipcio, Abdel Fatah al-Sisi, en El Cairo, el 22 de julio pasado.
Críticas
En Israel, reportes de la prensa hostiles, aparentemente fomentados por funcionarios israelíes, atacaron duramente al secretario de Estado cuando dejó la región.
"John Kerry es una vergüenza constante, con las características de una bola de nieve. Mientras más rueda, más grande es la vergüenza", dijo el columnista Ben Caspit, de centro, en el diario israelí Maariv.
Varios analistas dijeron que ningún bando parecía listo para detener la lucha cuando Kerry inició su campaña diplomática, lo que sugiere que el momento fue mal elegido.
La tensión entre Estados Unidos e Israel es evidente. Según fuentes israelíes, el primer ministro Benjamin Netanyahu le advirtió telefónicamente a Kerry que, luego del colapso reiterado del cese del fuego en la Franja de Gaza, la Casa Blanca no intente forzar a Israel a sellar un acuerdo con los palestinos.
El presidente Barack Obama defendió anteayer a Kerry, incluso mientras se burlaba de la idea de que Estados Unidos perdió influencia o que puede resolver todos los problemas.
"Aparentemente, la gente ha olvidado que Estados Unidos, como el país más poderoso de la Tierra, aún no controla todo en el mundo", dijo a periodistas.
"Nuestros esfuerzos diplomáticos suelen tomar tiempo", añadió Obama. "Esa es la naturaleza de los asuntos mundiales. No son ordenados ni son simples", advirtió.
Arshad Mohammed
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