El recuerdo del crimen de Olof Palme
ESTOCOLMO (AP).- El ataque con arma blanca perpetrado ayer en Estocolmo contra la ministra de Relaciones Exteriores sueca, Anna Lindh, despertó inmediatamente los recuerdos del trágico asesinato a tiros del primer ministro Olof Palme, que, como la canciller, pertenecía al Partido Socialdemócrata.
A pesar de resultar gravemente herida, la ministra sobrevivió a la agresión. Palme no tuvo la misma suerte el 28 de febrero de 1986, cuando cayó muerto al ser alcanzado por dos disparos en el centro de la capital mientras volvía caminando a su casa junto con su esposa, después de haber salido del cine. El incidente nunca pudo ser aclarado por las autoridades. También entonces las conjeturas apuntaron a un atacante solitario sin motivaciones políticas. El arma nunca apareció.
En 2001, un ex convicto de 54 años, Christer Pettersson, confesó ser el autor del crimen en una carta enviada a los medios.
Pero la justicia sueca cuestionó la credibilidad de Pettersson, que tenía un largo historial en el consumo de drogas y alcohol y que -según los expertos- recibió una buena suma de dinero por sus comentarios a la prensa.
"No hay sustancia en la confesión, tal como fue hecha", señaló Christian Diesen, profesor en leyes. El caso no fue reabierto.
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