Feroz ola de ataques en Irak: más de 60 muertos
Tres atentados con coches-bomba explotaron en Balad, donde viven sunnitas y chiitas; hay decenas de heridos
BAGDAD.- Tres atacantes suicidas detonaron casi simultáneamente tres vehículos cargados de explosivos en una aldea chiita al norte de Bagdad, matando por lo menos a 60 personas e hiriendo a 70 más, dijo un funcionario de un hospital.
El doctor Jaled al-Azaui, del hospital de Balad, dijo que 60 personas murieron y 70 resultaron heridas, muchas de ellas de gravedad. Agregó que entre las heridas sufridas hay quemaduras graves y extremidades mutiladas.
Matan a cinco soldados de EE.UU. Además, cinco soldados estadounidenses murieron a causa de una explosión en una aldea occidental, anunciaron los militares.
Los atentados vehiculares ocurrieron poco antes del anochecer, hacia las 6.45 de la tarde, alcanzando un banco, y mercado de hortalizas y otro lugar en el centro de Balad, a 80 kilómetros al norte de la capital, dijeron los testigos.
Allanamientos a líderes sunnitas. Por otra parte, las fuerzas estadounidenses allanaron las viviendas de dos líderes de una organización sunnita, detuvieron a sus guardaespaldas y confiscaron varias armas, dijeron varios funcionarios suníes.
El secretario general de la Conferencia para el Pueblo Iraquí, Adnan al-Dulaimi, dijo que los soldados llegaron con tanques y otros vehículos mientras dos helicópteros sobrevolaban la zona, entraron antes del amanecer en su casa, lo colocaron junto a su familia en una habitación y registraron la vivienda.
"Fue como si atacaran un castillo, no la vivienda de una persona normal que asesora al gobierno interino iraquí y que ha pedido la reconciliación y denunciado el sectarismo", dijo al-Dulaimi en una conferencia de prensa tras la redada efectuada en el oeste de Bagdad.
El otro allanamiento tuvo lugar en Bagdad en la vivienda de Harith al-Obeidi, otro funcionario de la organización, según el Partido Islámico Iraquí, la mayor entidad suní de su tipo.
El mando militar estadounidense dijo que realizó varias redadas en esas zonas de Bagdad, aunque no pudo identificar las viviendas afectadas.
Al-Dulaimi dijo que los soldados detuvieron a cuatro de sus guardaespaldas y confiscaron sus armas, para las que tenían permiso. Agregó que los estadounidenses actuaron mediante confidencias falsas que ligaron a ambos líderes con los insurgentes.