La abogada de uno de los enfermeros dice que su defendido tuvo "una infancia difícil"
La letrada Inés Masiotti planteó una serie de "atenuantes" que tendría su defendido, acusado de 11 muertes en el centro de salud uruguayo
Inés Masiotti, la abogada defensora y amiga del enfermero Ariel Acevedo, uno de los que está acusado de asesinar a decenas de pacientes en Uruguay , contó que el hombre de 46 años "está totalmente arrepentido, llora todo el día y dice que va a pagar por lo que hizo". Además, adelantó el trazo grueso de su estrategia defensiva, que apuntará a "atenuar" la pena bajo el argumento de la existencia de "trastornos psicológicos y una infancia muy dura".
En diálogo con el canal Todo Noticias , la letrada dijo que de acuerdo a las pericias psicológicas practicadas a su defendido, Acevedo "era conciente de sus actos y es imputable".
Sin embargo, Masiotti adelantó que pedirá una "nueva pericia psicológica" y arriesgó: "Voy a encontrar, indudablemente, una serie de trastornos psicológicos a raíz del estrés de trabajar 20 años entre la vida y la muerte, de su historia personal -que fue muy dura- y que, tal vez, eso sea un atenuante".
La letrada resaltó que el objetivo de su estrategia judicial apuntará a que su defendido "tenga el juicio más justo, la pena menor y un tratamiento para su futura vida".
"El sufría por sus pacientes, llegaba antes de hora, se iba después de hora. Amaba a su profesión", contó Masiotti sobre la vida de Acevedo, quien se desempañaba en la Asociación Española de Socorros Mutuos, una de las más grandes del sistema de salud uruguayo, ubicada cerca del central Parque Batlle, en Montevideo.
En un comunicado, la Asociación Española , una de las más prestigiosas mutualistas médicas uruguayas, fundada en 1853 por emigrantes españoles, manifestó su repudio por los asesinatos y expresó su "dolor y solidaridad" con los familiares de las víctimas.
Una competencia macabra
Las primeras investigaciones del caso de los enfermeros uruguayo dieron indicios escalofriantes, al punto que desde el gobierno de José Mujica reconocieron que pudo haber una carrera macabra entre ambos por ver quién asesinaba a más personas. "Sí sabían que los dos estaban haciendo lo mismo. Incluso hasta como que había una suerte de competencia, pero no estaban haciendo y planificando lo mismo", comentó el ministro del Interior uruguayo, Eduardo Bonomi, al ser consultado sobre el caso.
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