La actuación teatral, más importante que las ideas

WASHINGTON (EFE).– La apariencia y la actuación teatral de los candidatos, en especial en los debates presidenciales, tienen tanta o más importancia para atraer votantes que las políticas que proponen, indicaron expertos.

"Dice mucho acerca de nuestra cultura que prestemos tanta atención al vestuario, a los gestos y a los cortes de pelo de los candidatos, y a su actuación en situaciones muy teatrales, como los debates", señaló Michael Lempert, antropólogo lingüista en la Universidad de Michigan.

Lempert es coautor, con el antropólogo de la Universidad de Chicago Michael Silverstein, del libro Criaturas de la política: medios, mensaje y la presidencia norteamericana. Allí, los autores hacen la disección de la construcción y presentación del "mensaje" de un candidato presidencial que se revela mediante un personaje coreografiado, compuesto de apariencia, estilo de oratoria, gestos y una biografía pública bien empaquetada, que tienen tanta influencia como lo que el candidato diga.

Lempert y Silverstein, según un boletín de la Universidad de Michigan, consideran que la fascinación pública con este "mensaje" es una variación del voyeurismo predatorio que caracteriza la obsesión de la cultura contemporánea con los famosos.

"Es la «TMIzación» de la política", dijo Lempert, en referencia al sitio TMZ, que cubre la vida de las celebridades. "Las tecnologías y el marketing político amplificaron la competencia por ser real, o porque se vea al candidato como real", añadió.

Como resultado, "no sólo tenemos debates, sino también discusiones interminables sobre los debates", comentó. En lugar de que los debates brinden una oportunidad para la discusión de los problemas, son una forma de teatro que permite que los espectadores midan a los candidatos por su apariencia, pronunciación, uso de gestos y equivocaciones.

Lempert pasó cientos de horas analizando gestos de los candidatos, incluido uno que usa a menudo el presidente Barack Obama: un gesto de aprehensión precisa con el cual aprieta el pulgar y la punta de su dedo índice para indicar que comunica sobre un asunto del cual sabe mucho.

En su primer debate con Mitt Romney, no usó este gesto tan a menudo. Sólo el 1% de sus gestos manuales incluyeron la aprehensión precisa.