La nueva meca de los políticos

Desde el momento mismo de la asunción de Jorge Bergoglio como papa, en marzo del año pasado, la vida pública argentina se trasladó unos cuantos miles de kilómetros al nordeste del país, al Vaticano. Hacia allí peregrinan funcionarios, políticos, líderes sociales, dirigentes sindicales y deportivos, futbolistas, artistas en busca de la bendición y el saludo del antes arzobispo de Buenos Aires. Y si es un saludo en privado, bajo todos los flashes que después pueda ser difundido por todos lados, mejor.