Lacalle Pou apuesta a una sociedad con "gane quien gane en la Argentina"
El candidato blanco quiere que trabajen juntos en el Mercosur y en la región
No solo en la Argentina habrá elecciones el 27 de octubre. A la sombra de lo que sucede en el país, se pondrá también en juego la presidencia de Uruguay. El candidato del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou, se posiciona de momento en las encuestas detrás del oficialismo, pero con grandes chances de derrotarlo en el ballottage de noviembre.
Con la mirada en las elecciones de las dos orillas, el dirigente aseguró ayer sobre un eventual triunfo de Alberto Fernández que "gane quien gane en la Argentina va a ser mi socio en el Mercosur y mi socio en la región".
"Sobre todo voy a ser prudente. Porque si hay algo que tengo claro es que, como decía un lord inglés hace muchos años, los países no tienen ni amigos permanentes ni enemigos permanentes, tienen intereses permanentes", dijo sobre su voluntad de crear una relación fluida con quien le toque tener de colega del lado argentino.
"¿Ya sabemos lo que nos hizo mal, verdad?", dijo Lacalle Pou en el marco de una charla ante empresarios, organizada por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción, en el Hotel Alvear. Y recordó los "cortes de puentes", en alusión al corte que mantuvieron durante más de tres años activistas argentinos en el cruce internacional Gualeguaychú-Fray Bentos, que perjudicó el comercio bilateral.
Y hablando de puentes, abogó por la construcción de otro entre las localidades fronterizas de Monte Caseros, Corrientes, y Bella Unión, en el departamento uruguayo de Artigas, así como avanzar con el dragado del río Uruguay, en ambos casos para agilizar el comercio del norte del país.
El actual senador nacional, que se impuso en las internas de los blancos en junio pasado, destacó la importancia que les asigna a las relaciones personales en la construcción del diálogo bilateral, y mencionó como al pasar la presencia de Alberto Fernández en la embajada uruguaya en Madrid. "No fue una recepción oficial, fue una recepción amistosa", señaló.
Primero deberá sortear el duelo de octubre con el candidato del Frente Amplio, Daniel Martínez, que lidera las encuestas para la primera vuelta, y el del Partido Colorado, Ernesto Talvi, que crece en los sondeos. Tanto Lacalle Pou como Talvi derrotarían a Martínez en el ballottage de noviembre.
El candidato, de 46 años e hijo del expresidente Luis Alberto Lacalle, se presenta por segunda vez a la presidencia, tras un primer intento fallido en las elecciones de 2014. Pero ahora cuenta con el desgaste del Frente Amplio luego de tres presidencias, y en los números menos favorables de la economía uruguaya, que ya no rinden como en las dos primeras gestiones.
Su principal interés, de momento, es aglutinar a los "cuatro o cinco partidos" de la oposición detrás de su liderazgo y luego sí pensar en la transición y el gobierno.
"Las señales que nosotros demos en la transición, que en Uruguay va del 25 de noviembre al 1º de marzo, son importantísimas. Una transición a la uruguaya, ordenada", dijo el candidato, y adelantó que pedirá auditorías. "Después de 15 años de gobierno de un partido político que estuvo solo en el poder, no podemos no decirles a los uruguayos cómo está la administración, cómo están las instituciones, cómo están los organismos", afirmó.
Lacalle Pou pidió un Mercosur más flexible, que le dé más libertad a Uruguay para lograr acuerdos que le permitan agilizar su comercio, y puso como ejemplo las economías abiertas de los países sudamericanos del Pacífico.
En esa mirada regional, hizo una mención a la crisis venezolana, sobre la cual el actual gobierno uruguayo se mantiene distante: "En Venezuela hay una dictadura y el dictador se llama Nicolás Maduro. No cabe otra definición".
Más leídas de El Mundo
"Mi gran error". El ministro español que acusó a Milei de consumir sustancias explicó sus dichos
Poder absoluto. Putin arrancó su quinto mandato con un control más fuerte que nunca en Rusia y dardos a Occidente
Desastre en Brasil. Afectado por las inundaciones, el estadio de Gremio de Porto Alegre fue invadido y saqueado