Lula acató a la Justicia y entregó a la policía federal su pasaporte
RÍO DE JANEIRO.- Confinado a Brasil. Así quedó Luiz Inacio Lula da Silva desde ayer, cuando entregó su pasaporte a la policía por orden de un juez federal en Brasilia, que prohibió la salida del expresidente del país ante el riesgo de fuga luego de la condena por corrupción en segunda instancia, que recibió esta semana.
"La decisión será impugnada porque es incompatible con la Constitución. El expresidente debe tener asegurado su derecho pleno de ir y venir porque no hay ninguna situación que pueda justificar la decisión proferida", apuntó el abogado de Lula, Cristiano Zanin, al llevar el pasaporte de su defendido a una sede de la policía federal, en San Pablo.
Lula, cuya condena por corrupción y lavado de dinero fue ratificada el miércoles por el Tribunal Regional Federal en Porto Alegre, tenía planeado viajar ayer a la madrugada a Adis Abeba, capital de Etiopía, para participar de una conferencia sobre lucha contra el hambre en el mundo, auspiciada por la Unión Africana y por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
"Lula está sereno, pero indignado como cualquier ciudadano porque tuvo una restricción indebida de sus derechos", agregó Zanin, mientras el exmandatario analiza sus próximos pasos.
Por su parte, el Partido de los Trabajadores (PT), que en desafío de la Justicia lanzó anteayer la candidatura de Lula a la presidencia para las elecciones de octubre, denunció una "odiosa persecución judicial" contra su máximo líder.
Hallado nuevamente culpable por la corte de apelaciones en Porto Alegre, el expresidente había sido sentenciado a 12 años y un mes de prisión por haber recibido de la constructora OAS un departamento tríplex en Guarujá a cambio de garantizarle a la empresa contratos con Petrobras durante su gobierno (2003-2010). La condena original la había realizado el juez federal Sergio Moro, en Curitiba, en el marco de las investigaciones anticorrupción de la operación Lava Jato.
La defensa de Lula ni siquiera había presentado todavía sus apelaciones posibles ante el tribunal de Porto Alegre, el Superior Tribunal de Justicia (STJ) y el Supremo Tribunal Federal (STF) cuando fue sorprendida por la orden del juez federal Ricardo Leite, en Brasilia.La causa que tiene a su cargo Leite -autor de varios fallos polémicos- no está relacionada con la del tríplex; se trata de una investigación sobre supuesto tráfico de influencias de Lula en la adquisición de aviones bombarderos de Suecia durante el gobierno de Dilma Rousseff, su ahijada política.
"Ya habíamos comunicado al Tribunal Regional Federal la realización del viaje y el regreso del expresidente el 29 de enero, y el tribunal no puso ninguna restricción. Entendemos que un juez que no tiene jurisdicción sobre este caso no podría emitir una orden así", se quejó el abogado de Lula.
Según se supo ayer, el pedido a Leite provino del Ministerio Público Federal en el Distrito Federal, que alegó que debido a la confirmación de la condena de Lula había riesgo de fuga del exmandatario, sobre todo porque Etiopía es un país con el que Brasil no tiene acuerdos de extradición. Los fiscales llegaron incluso a sugerirle al magistrado que dictara la prisión preventiva de Lula o que al menos le prohibiera ausentarse de su domicilio sin autorización judicial. El juez no aceptó esas solicitudes, pero sí requirió la retención del pasaporte y ordenó a la policía federal que incluya al líder del PT en la lista de personas buscadas e impedidas de salir del país, debido a las "hostilidades" de Lula en los últimos días hacia el Poder Judicial.
El ministro de Justicia, Torquato Jardim, llamó a tener "mucha prudencia" con el caso de Lula y la posible orden de prisión.
Luiz Lula Da Silva, expresidente de brasil
- El Tribunal Regional Federal en Porto Alegre ratificó el miércoles pasado la condena por corrupción
- Lula fue sentenciado a 12 años y un mes de prisión por haber recibido de la constructora OAS un tríplex en Guarujá
- Su abogado entregó el pasaporte de Lula por pedido de un juez de Brasilia, que investiga tráfico de influencias vinculado a la compra de 36 aviones caza
Sigue la euforia en la Bolsa
La Bolsa de San Pablo cerró ayer con un récord de 85.530 puntos (un alza de 2,21% en la jornada), con lo que acumuló ganancias de más de 5% en una semana marcada por los reveses judiciales que alejaron la posibilidad de que el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva vuelva al poder.
La confirmación de la sentencia por corrupción y lavado de dinero contra Lula, que encabeza las encuestas para las elecciones de octubre, fue el detonador de la escalada del índice Bovespa.
"La sentencia fue extremadamente importante porque indica que su futuro político será muy difícil. Ya es difícil incluso verlo como candidato. Eso fue lo que compró el mercado", dijo Ignacio Crespo, analista de Guide Investments.
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