"México debe integrarse con el Mercosur"

MEXICO, D.F.- Eran tantas las manos que pugnaban por saludar a Vicente Fox, presidente electo de México, que apenas podía sostener la lata de Coca-Cola mientras iba y venía, de reunión en reunión, por el centro de negocios del hotel Fiesta Americana.

Con botas rancheras negras y traje oscuro, fiel al estilo con el cual supo romper el invicto de 71 años en el poder del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Un día histórico, el 2 de julio, que coincidió con su cumpleaños número 58. Fecha que, curiosamente, comparte con Carlos Menem.

Pero ayer, en medio del entrevero de abrazos y besos, Fox dijo a La Nación : "Oye, hablé esta mañana con el presidente Fernando de la Rúa. Ya que estás, salúdamelo de mi parte y agradécele el llamado. Es muy posible que estemos pronto por ahí. La Argentina va a ser importante para México".

Fox estableció de entrada la prioridad que otorga a los países del Mercosur. Ayer repitió varias veces que el mercado común de América latina debe ser "el gran proyecto de la región" y subrayó sus muy buenas relaciones con los presidentes Fernando de la Rúa, Fernando Henrique Cardoso y Ricardo Lagos, de Chile.

La victoria de Fox sobre el hombre del PRI, Francisco Labastida, significó el comienzo de una nueva era en México. Porque, como dijo el ex presidente norteamericano Jimmy Carter, observador de las elecciones, los mexicanos votaron por un cambio más que por los mismos candidatos.

En sucesivos diálogos con este enviado y con otros periodistas, entre reunión y reunión, Fox dijo que la nueva era empieza por casa, tras una hegemonía que amenazaba con ser eterna, pero implica, asimismo, una mayor apertura en la política exterior de México, miembro del Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos y Canadá. El Mercosur, calificado por él como fundamental, sería la base de un mercado común latinoamericano cuya creación propondrá a De la Rúa y a sus pares del Brasil, Fernando Henrique Cardoso, y de Chile, Ricardo Lagos.

"Con Lagos y De la Rúa tengo una relación amplia -dijo-. Los conozco bien, sintonizamos en muchas cosas y el propósito es bueno. El mercado común debe ser el gran proyecto de la región en el siglo XXI. La región quedó relegada en el siglo XX ante el avance avasallador de Asia, Europa y los Estados Unidos. El siglo XXI tiene que ser de América latina."

Fox, ex director ejecutivo de Coca-Cola graduado en Harvard, fue gobernador de Guanajuato hasta fines del año pasado. "Los países de América latina han venido negociando tratados bilaterales de libre comercio y están enfrascados en una serie de complejas negociaciones para crear en el 2005 el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) -redondeó-. Deben plantearse ahora la creación de un mercado común. México podría aceitar la relación en el Mercosur, a veces polarizado por la discusión entre la Argentina y el Brasil."

Su gobierno, según explicó, no será excluyente, sino que convocará a otros partidos políticos (incluso al PRI) para formar un gabinete plural. Espera que la economía de su país crezca un siete por ciento por año. "Todo el mundo está viviendo un boom, ya sea por Internet, por los teléfonos celulares o por el comercio, y éste es el último tren que podemos abordar los mexicanos", subrayó.

Euforia en los mercados

La euforia que inundó anteanoche las calles, después de una hazaña al estilo David y Goliat, se trasladó ayer a los mercados: el peso mexicano se negoció entre 9,55 y 9,56 por dólar, lo que representó un repunte de un 2,91 por ciento respecto del viernes; la Bolsa de Valores avanzó cerca de un 5 por ciento después de abrir con un alza de un 6 por ciento, y las acciones de las compañías mexicanas figuraban entre las favoritas en Wall Street.

Fue un aval para Fox, convencidos los operadores de que su gobierno alentará desde el 1º de diciembre, fecha de la asunción, la libertad del mercado y las privatizaciones. A ello contribuyó la reunión de Fox con el presidente, Ernesto Zedillo, clave en la transición aunque haya perjudicado PRI. y su reconocimiento inmediato del triunfo opositor. Lo cual, en términos económicos, generó confianza después de casi un mes de incertidumbre en el que peso llegó a superar la barrera de las 10 unidades por dólar.

La prédica de Fox, enrolado en el Partido Acción Nacional (PAN), de centroderecha, es limar asperezas con sus rivales. Pero, a su vez, insistió en la creación de una comisión de transparencia que investigará las cuentas de los funcionarios gubernamentales y, en especial, la gestión de Carlos Salinas de Gortari, entre 1988 y 1994.

La transición demandará cinco meses. En ese período, existe la posibilidad de que el PRI procure deshacerse de documentos que puedan perjudicarlo. En 71 años, ningún gobierno puede salir ileso. Menos aún el más veterano del mundo.

Ayer, en su primer día, los dirigentes del PRI no podían creer el latigazo que implicaba ver los titulares de los diarios: "Adiós al PRI" (La Jornada), "Vicente Fox acabó con la hegemonía" (Milenio Diario) y "Fox tira al PRI" (Reforma), entre otros. Ni los comentarios de Televisa, por ejemplo: "Cayó, por fin, nuestro Muro de Berlín"; célebre, en su caso, la posición de su fundador, Emilio Azcárraga, ya fallecido: "Soy un soldado del PRI".

Los ganadores

Es un aprendizaje para todos, en realidad. ¿Ganó el PAN o perdió el PRI? Fox no dudó un segundo en la respuesta: "Ganó México -dijo-. Ganamos los mexicanos y la democracia. La gente expresó su hartazgo". En el PRI, mientras tanto, la disyuntiva, después de una reunión de la plana mayor con Zedillo, pasaba por la virtual limpieza del comité ejecutivo nacional. Una refundación, en definitiva.

El margen para Fox sobre Labastida, escrutado el 90% de los votos, era de un 7% (42,7% contra 35,7%). Votos que expresaron esperanza y rencor a la vez. Sobre todo entre los jóvenes: el 51% respaldó su candidatura. A ellos, precisamente, quería apuntar el PRI en esta nueva etapa de renovación.

Una estructura enorme, quizá tan grande como el gobierno, que, sin presupuesto federal, deberá adecuarse a las circunstancias. En inferioridad de condiciones en el Congreso, donde el PAN dominará ambas cámaras. Y en el Distrito Federal, cuyo gobierno, elegido por la gente desde 1997, seguirá en manos del Partido de la Revolución Democrática (PRD), liderado por Cuauhtémoc Cárdenas.

Borrón y cuenta nueva, entonces, con la responsabilidad que significa para Fox ser vivado con los dedos en V (símbolo de su campaña) y, al mismo tiempo, exigido: "¡No me falle!", gritaba la multitud que se reunió anteanoche en los alrededores de El Angel de la Independencia.

Por Jorge Elías

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