México, horrorizado por la posible masacre

CIUDAD DE MÉXICO.- México amaneció ayer horrorizado por la posible masacre e incineración de los restos de los 43 estudiantes desaparecidos, confesada por narcotraficantes detenidos, una atroz revelación que acentuó el temor de algunos sectores sobre el riesgo de la radicalización de las protestas e, incluso, de brotes rebeldes armados.

Luego de casi un mes y medio sin noticias sobre los jóvenes, la Fiscalía General difundió anteayer la escalofriante declaración de tres sicarios del cartel Guerreros Unidos, que afirmaron haber matado a los estudiantes y quemado sus cuerpos durante 14 horas, para luego arrojar los restos calcinados a un río.

El fiscal general Jesús Murillo Karam dijo que debido al grado de incineración los restos podrían no ser nunca identificados, aunque se pidió ayuda a la Universidad de Innsbruck (Austria), que hace estudios especiales de ADN mitocondrial.

Hasta ahora, la Fiscalía sólo había logrado reconstruir parte del crimen que comenzó la noche del 26 de septiembre en Iguala (estado de Guerrero), cuando policías locales atacaron a alumnos de la escuela de magisterio de la cercana comunidad de Ayotzinapa por una supuesta orden del alcalde, que quería evitar que sabotearan un acto público de su esposa, hermana de narcotraficantes.

En esos ataques murieron seis personas y desaparecieron los 43 alumnos, la mayoría de entre 18 y 21 años, que fueron entregados por policías a sicarios de Guerreros Unidos.

La Iglesia advirtió ayer sobre un posible estallido rebelde armado luego de que varias organizaciones guerrilleras expresaron su repudio a la masacre.

"El estallido social armado es una voz que, desgraciadamente, va resonando", advirtió el arzobispo Carlos Garfias, de la diócesis de Acapulco, en el estado de Guerrero.

Agencias AFP y ANSA