Polémica en Madrid: retiraron la última estatua de Franco

MADRID.- Ocurrió de noche y, según algunos, con alevosía. Poco antes de las 2 de la mañana (hora local) desapareció ayer de Madrid, por orden del gobierno socialista, la última estatua del dictador Francisco Franco que quedaba en la capital española. Y con la retirada del símbolo de una dictadura en la que los españoles vivieron cuatro décadas comenzó la polémica.

Mientras desde el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se argumentó que lo normal es que los símbolos de los regímenes no democráticos no estén presentes en la democracia, el opositor Partido Popular (PP) calificó al Ejecutivo socialista como "el más radical de la historia democrática", por situar el debate "permanentemente en el pasado" y hacer "lecturas parciales" de la historia.

"¡Por fin se llevan a Paco!", festejó un joven que pasaba por la plaza San Juan de la Cruz, donde la estatua ecuestre de Franco, de siete metros y medio de altura, ha permanecido los pasados 49 años.

Coincidiendo con los aniversarios de la muerte del dictador -20 de noviembre de 1975-, el monumento de Franco a caballo ha visto reunirse a sus pies a ultraderechistas que rendían homenaje al dictador. Y a lo largo de los años también ha sido objeto de pintadas rojas por parte de simpatizantes de izquierda.

Igual de divididos se encontraban centenares de curiosos que se congregaron durante la noche en la plaza, situada en la llamada zona de Nuevos Ministerios, junto al Paseo de la Castellana.

Unos, como el cantante Víctor Manuel, militante antifranquista durante la dictadura, celebraban la "noche irrepetible". Otros arremetían contra el gobierno de Zapatero.

Aplausos por un lado y quejas por otro. Un grupo de nostálgicos llegó incluso a entonar, brazo en alto, el "Cara el sol", el himno de la Falange franquista.

La idea de retirar la última estatua que quedaba de Franco en Madrid fue una decisión personal de la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, tras meses de polémica por el monumento, obra de José Capuz realizada en 1956.

Sin símbolos franquistas

La Cámara de Diputados había aprobado en noviembre último la retirada de todos los símbolos franquistas de edificios públicos y municipios. Pero sobre esta estatua las autoridades no se ponían de acuerdo.

El Ayuntamiento de Madrid, en manos del conservador Partido Popular (PP), negaba ser el dueño de la estatua, y el Estado, por medio de Patrimonio Nacional, rechazaba también su titularidad, por lo que unos y otros alegaban no tener competencia para deshacerse de ella.

La decisión de retirarla de noche -el operativo comenzó hacia la 0.30- fue tomada por la ministra de Fomento para no provocar atascamientos de tránsito durante el día y "evitar problemas de orden público".

De hecho, una furgoneta con agentes del Cuerpo Nacional de Policía cuidó con su presencia que las tensiones existentes entre los curiosos no fuesen más allá de los cruces verbales que se registraron durante la retirada de la estatua ecuestre, que tiene un gemela en la Plaza del Ayuntamiento de Santander (ver recuadro).

Franco "ganó una guerra y ha sido el mejor líder de la historia de España, por eso se merecía estar aquí", manifestó uno de los nostálgicos, que depositó flores en el lugar en donde estaba la estatua.

La ministra Alvarez ha ordenado, por su parte, convocar un concurso de ideas para sustituir la estatua "por un símbolo representativo de la concordia entre los españoles".