
Publican un libro en Chile donde se devela quién era la amante de Pinochet
En "La Familia. Historia Privada de los Pinochet", los autores vuelcan una larga investigación del ex presidente de facto chileno y su relación con la ecuatoriana Piedad Noe
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Según da cuenta el diario español El Mundo , acaba de publicarse en Chile, con gran éxito en ventas, el libro que devela el romance que el general Augusto Pinochet mantuvo varios años con una ecuatoriana.
En "La Familia. Historia Privada de los Pinochet", se devela una investigación con ribetes detectivescos, de los autores Claudia Farfán y Fernando Vega que reconstruyeron el episodio que estuvo a punto de hacer naufragar el matrimonio del fallecido presidente de facto con su amante Piedad Noe.
"Ocurrió en un período anterior al golpe militar, cuando Pinochet fue enviado a Ecuador, en una misión que tenía por objetivo organizar la Academia de Guerra de ese país. Entre los años 1956 y 1959 la pareja se codeó con la crema y nata de la sociedad ecuatoriana. Fue entonces cuando el oficial chileno y Piedad, una belleza de pelo castaño y ojos claros, se enamoraron perdidamente", cuenta Claudia Farfán.
La publicación de El Mundo cuenta que "enterada de la infidelidad de su esposo, Lucía Hiriart regresó a Chile, donde dio a luz a Marco Antonio, el cuarto hijo de la pareja. Augusto se debatía entre los dictados de su corazón y las obligaciones de su carrera: el código castrense no admitía esa clase de devaneos. Finalmente, con la mediación de amigos y familiares, Lucía regresó con el hombre con quien compartía su vida desde 1943".
Claudia Farfán y Fernando Vega, dos periodistas con amplia trayectoria, concibieron su proyecto en 2006 cuando Lucía Pinochet, la primogénita, fue detenida en Washington tras el descubrimiento de la cuenta secreta –de millones de dólares- que su padre tenía depositada en el banco Riggs.
El artículo indica que "el libro también revela que durante los casi dos años que permaneció detenido en Londres, a raíz del proceso entablado en su contra por el juez Baltasar Garzón, el general llamaba constantemente por teléfono a un amigo ecuatoriano. Una de las pocas personas ante quienes se permitió llorar, cuando hablaba de su desamparo y de lo mucho que extrañaba a Chile".
Pinochet, en 2004, tras la detención en el extranjero y acosado por la justicia de su país; confesó a su hermana Adelina que estaba harto de vivir y pidió que, llegado el momento, cubrieran su ataúd con la bandera chilena.




