Se derrumbó la cúpula de un teatro londinense con lleno total: 90 heridos

LONDRES.- Muchos creían que el estruendo era parte de la obra. Pero el techo del histórico teatro Apollo de Londres se cayó de verdad, anoche, durante una función. Los más de 700 espectadores que colmaban las gradas debieron correr por sus vidas, en una impensable escena de pánico, fuera de todo libreto, que no dejó víctimas fatales pero sí unos 90 heridos, siete de ellos de gravedad.

Algunos espectadores quedaron atrapados en los escombros, pero fueron liberados poco después con ayuda de los bomberos, que acudieron de inmediato y acordonaron la zona alrededor del teatro de 112 años de antigüedad.

Los testigos dijeron que de pronto oyeron un fuerte ruido durante la obra The Curious Incident of the Dog in the Night-Time ( El curioso incidente del perro a medianoche ), y muchos lo tomaron como parte de la representación. Las autoridades recibieron una primera llamada alrededor de las ocho y cuarto de la noche para reportar el colapso del techo del Apollo, en la avenida Shaftsbury del centro de Londres, donde se había desatado el caos.

La policía, los servicios de rescate y ocho camiones de bomberos fueron enviados al lugar, mientras los primeros espectadores describían escenas de pánico entre el público cuando se dirigía hacia las salidas, todos cubiertos de polvo y escombros, algunos con sangre y otros llorando por el pánico y la tensión.

La mayoría recibió heridas leves y fue atendido en el lugar. Al rato ya se habían sacudido el polvo y lucían las vendas con que los habían tratado los médicos de urgencias. "Esto ocurrió casi a la mitad de la primera parte del espectáculo", dijo un hombre llamado Ben, quien confirmó que se trataba del techo del teatro y no de un palco, como se especulaba al principio.

"Ya había empezado el espectáculo, llevábamos unos 30 o 40 minutos cuando comenzamos a notar movimientos de gente que dejaba su platea. Luego el sonido sordo y la caída", dijo Steve George, de 29 años, un londinense del Este que viajó al centro para asistir a la obra basada en un best seller de los años 90.

Pasada la primera oleada de desconcierto, las declaraciones de los testigos comenzaron a acumularse en cascada con detalles del dramático incidente, mucho más crudo que el incidente que titula la obra.

"Pensamos que era parte de la escena, era una escena de playa, pero hubo un estruendo y parte del techo se desplomó", relató Martin Bostock, de 29 años. Bostock, que estaba sentado en la platea junto a su familia, dijo que sufrió una herida en la cabeza. "Fue aterrador y horrible, hubo un caos total", recordó.

Se llegó a creer que el derrumbe del techo pudo ser causado por la caída de un rayo, porque un par de horas antes se había abatido sobre Londres un temporal. Pero esa versión, como la del palco, fue rápidamente desmentida por las autoridades. Una leyenda construida sobre la marcha, con la velocidad del rayo, con más rumores que certezas.

Libby Grundi, de 65 años, creyó como tantos que estaba en presencia de una escena descomunal, concebida por la rica imaginación de los dramaturgos, y que nada de lo que sucedía en el escenario y en las plateas formaba parte de la realidad. "Hubo un ruido, luego una nube de humo. Creí que eran efectos especiales", señaló la mujer.

El teatro Apollo fue inaugurado en 1901 y restaurado en 1932. Puede dar cabida a 775 espectadores en sus cuatro niveles, como sucedió anoche. Cuando ocurrió el incidente no había un solo asiento vacío.

"La cúpula entera del techo cayó sobre el público justo ante nosotros", dijo Amy Lecoz, otra testigo que veía horrorizaba las filas que a la distancia se llevaban la peor parte. "Nosotros estábamos protegidos por la galería y alcanzamos a correr. La gente empezó a gritar. Pensábamos que era agua, que era una parte del espectáculo. Tomé del brazo a mis hijos y corrimos", recordó.

Khalil Anjarwalla todavía no creía que su mujer embarazada de siete meses y sus padres hubieran podido escapar "cuando pedazos en las paredes de varios kilos llovían desde el techo". Los actores, todos ilesos según declaró más tarde el director del teatro, asistieron con estupor a la caída de los escombros. Se convirtieron en público. Pero la función, esta vez, no pudo continuar.

De la ficción a la realidad.

Los espectadores creían que eran efectos especiales

Steve George
"Ya había empezado la obra cuando notamos movimientos de la gente, luego el sonido sordo y la caída

Martin Bostock
"Pensamos que era parte de la escena, era una escena de playa, pero hubo un estruendo y el techo se cayó"

Amy Lecoz
"La cúpula entera del techo se cayó sobre el público justo ante nosotros. Tomé del brazo a mis hijos y corrimos"

Agencias AP, AFP, EFE y ANSA