
Tsipras, el hijo de la crisis que promete salvar a Grecia
ATENAS.- Alexis Tsipras, de 40 años, licenciado en ingeniería en la Universidad de Atenas y sin ninguna experiencia de gobierno, se convirtió en el nuevo héroe de la izquierda de Europa con la victoria electoral de su partido, Syriza, en Grecia. Empezó su carrera política de adolescente en las juventudes del Partido Comunista griego (KKE), de obediencia soviética más allá de la caída de la URSS, que abandonó para unirse a Synaspismós, una coalición de espacios de izquierda y ecologistas, en la que terminó elegido presidente en 2008.
Dos años antes, Tsipras se había postulado a la alcaldía de Atenas y, contra todos los pronósticos, alcanzó el 10,5% de los votos, en su mayoría de jóvenes. Más tarde vendría la fundación de Syriza (coalición de extrema izquierda), de la que su antiguo partido es el grupo más fuerte, y un ascenso electoral meteórico en tres años -del 5% que sumó en 2009 al 27% de junio de 2012-, que corrió en forma paralela con una crisis que precipitaba día a día a Grecia a un infierno de los Estados fallidos.
Tsipras pudo interpretar mejor que el resto de la clase política el estado de ánimo de la sociedad, harta de un país corrupto, clientelista y bajo el poder de las grandes familias, y supo decir lo que la gente quería oír. Buen orador y mejor táctico, aprovechó el colapso de las clases medias y se benefició de la fractura del sistema de partidos entre los defensores de las políticas de austeridad impuestas por la troika (Unión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) como un mal necesario o sus acérrimos detractores, de los que acabó erigiéndose como líder.
Sus palabras contra la "humillación" que infligía Bruselas a Atenas por orden de la canciller alemana, Angela Merkel, y sus denuncias de la complicidad de las clases dirigentes en los males del país, así como su llamado a recuperar la esperanza, cayeron como un bálsamo para un pueblo con la autoestima por el suelo. Los griegos, que han visto cómo el PBI de su país se reducía un cuarto en el último lustro y el desempleo se elevaba hasta el 25%, llegaban al límite de su resistencia y Tsipras era el único que gritaba "¡Basta!".
Ambicioso, narcisista y con básicos conocimientos de economía, según sus críticos, o carismático, inteligente y flexible, según sus partidarios, Tsipras supo por ahora revertir a su favor los ataques que recibió.
El desaire de Merkel de no recibirlo cuando él le pidió una reunión en 2012 u opiniones como la de Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, negándole conocer los problemas de Grecia, así como la campaña lanzada por su principal rival, Antonis Samaras, el líder de Nueva Democracia, que lo acusó de ser partidario de que Grecia abandonase el euro o de querer retirar los íconos de las iglesias no hicieron más que reforzarlo.
Nacido en Atenas en 1974, hijo de un ingeniero de clase media y educado en el sistema público de enseñanza, aprendió inglés recientemente y vive en un departamento alquilado en un modesto barrio de la capital griega con Peristera Baziana, su novia de toda la vida y madre de sus dos hijos. Su único lujo es una moto BMW de gran cilindrada.
Pero uno de los signos de su imagen -no se lo vio nunca con corbata- puede tener los días contados. En las últimas semanas, Tsipras moderó sus mensajes y gestos. Partidario de la separación de la Iglesia y el Estado en un país donde representantes de la Iglesia Ortodoxa presiden los principales actos políticos o donde había que declarar la religión en el documento hasta hace poco, el líder sorprendió a todos el 6 de enero en una ceremonia de la Epifanía en el puerto de El Pireo con Jerónimo, el arzobispo de Atenas. También dijo que su héroe es Franklin D. Roosevelt por su manejo de la crisis del 29 y eliminó un retrato del Che Guevara de su oficina.
Menos anecdótico es el cambio de tono en asuntos europeos y económicos. Su intención es "cambiar Europa, no desmantelarla", renegociar la deuda con los acreedores internacionales y que Grecia deje de ser un "protectorado de Berlín". También revisará su plan económico, que contemplaba una generosa expansión del gasto público. Habrá que esperar unos meses para saber si Alexis Tsipras es la solución o parte del problema de la crisis de Grecia y de Europa.
Fuerte avance del partido de la ultraderecha
- Repitiendo el éxito de las elecciones de 2012, cuando obtuvo 18 bancas, el partido de extrema derecha Chrysi Avgh (Amanecer Dorado) se convirtió ayer en la tercera fuerza política de Grecia, con el 6,3% de los votos.
- Quienes esperaban que la ola de arrestos efectuados el año pasado entre las filas del partido encabezado por Nikolaos Michaloliakos pudiesen acabar con el resurgir de una fuerza neonazi en Grecia se equivocaron. Entre las propuestas de Amanecer Dorado están la línea dura contra el crimen y contra la inmigración ilegal, y la expulsión forzosa de los indocumentados.
- Todos los diputados del partido detenidos desde hace meses con la acusación de haber constituido una organización criminal votaron en las urnas instaladas en las cárceles del país, entre ellos, Michaloliakos y el vocero del partido, Ilias Kassidiaris.