Twitter, el otro campo de batalla de los jihadistas
Los partidarios de EI reabren sus cuentas, pese a los intentos de la red social para cerrarlas
BEIRUT.- Internet se convirtió en territorio disputado por Estado Islámico (EI), donde suma decenas de miles de seguidores. La organización jihadista usa Facebook, Twitter o simples links en la Red como método económico y eficaz de propaganda y captación.
Basta una rápida búsqueda para descubrir centenares de ciberjihadistas cuya foto de perfil luce la bandera de EI o un rostro cubierto por un pasamontañas, cuchillo en mano. Sus comentarios son de lo más perturbador. "Mensaje para los infieles: «Quiero una lenta y dolorosa muerte para ustedes, tipo decapitación, mi querido marido lo hará por mí»", tuiteó la usuaria Umm Jihad, de Brasil.
La extensión del uso de Twitter entre seguidores de EI -un reciente estudio del Instituto Brookings cifra en 46.000 el número de usuarios jihadistas en Twitter- llevó a la empresa a cancelar miles de cuentas. La iniciativa le costó a su fundador, Jack Dorsey, amenazas de muerte. De poco ha servido. Los usuarios vuelven a abrir sus cuentas y usan las de otros simpatizantes para dar a conocer sus nuevas coordenadas.
Entre adeptos de EI, las conversaciones giran sobre la actualidad. El avance en Palmira (Siria) y Ramadi (Irak), junto con las fotos de los amigos o familiares muertos en combate, son de los posts más recurrentes. Las mujeres se muestran igual de violentas que los hombres, y algunas solicitan que ningún hombre las siga. Muchas optan por perfiles cerrados.
Alarmados por el avance de la propaganda de EI, varios grupos de cibernautas decidieron intervenir, y con el nombre de Baqiya Gay Family parodian los tuits más radicales y bloquean a los jihadistas en la Red.
La huida de sus casas de hasta 65 adolescentes que buscaban unirse a las filas de EI encendió las alarmas en numerosos países. Seis de esas jóvenes son españolas. En mayo, las veinteañeras keniatas Tawfiqua Adan y Salwa Abdulla eran las últimas, de las que se tiene noticia, en marcharse de sus hogares para reaparecer después en Siria.
"Mi primo viajó desde Beirut a Arsal [localidad en la frontera siriolibanesa] y luego a Siria gracias a un pasador ilegal", admite Firaz, seudónimo que usa este libanés de 19 años, originario de Sidón. "Es muy fácil porque todos conocemos los grupos de Facebook. Generalmente es a través de amigos que ya han ido a luchar, por lo que terminás en la misma milicia que ellos", añade.
Si bien para los árabes se antoja más fácil acceder a las redes de pasadores ilegales, la maquinaria de propaganda de EI no escatima recursos para atraer a jihadistas europeos. Según Brookings, uno de cada cinco seguidores de EI usa el inglés y el 75%, el árabe para comunicarse en Internet. Ya son 25.000 los extranjeros que luchan con EI, según un informe presentado a la ONU. De éstos, el 20% se estima que son europeos. Los franceses son el grupo mayoritario, con 1600 jihadistas. "Hubo un freno en la llegada de nuevos combatientes extranjeros, pero después de Palmira y Ramadi se espera que muchos más se sumen", opina Romain Caillet, experto francés en jihadismo.
"A diferencia de otras organizaciones, EI es atrayente porque ofrece puestos de alta responsabilidad para los extranjeros", agrega Caillet.
Los jihadistas crearon su propia productora, Al-Hayat Media Center, para mover videos incitando a los musulmanes europeos a hacer la hijra (emigración) hacia el califato. En un video reciente, un jihadista francés se dirige a sus conciudadanos: "A los musulmanes que viven en tierra de apostatas, ¿qué esperan? ¿Por qué no han emigrado aún? ¿No les da vergüenza? ¡No hay excusas!".
En el video, los cantos jihadistas acompañan el trayecto de un joven que hace la mochila, abandona su hogar, se sube a un avión de Air France para luego arrastrarse ilegalmente bajo las verjas que separan Turquía de Siria. Llegado a su destino, el joven es abrazado y entrenado por EI.
© El País, SL
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