Un barco con 356 migrantes abre otra pulseada con la UE
crisis. Lleva dos semanas en el Mediterráneo sin puerto asignado
MILÁN.- El buque humanitario Ocean Viking -con 356 personas a bordo, en su mayoría africanos, rescatados en el Mediterráneo frente a las costas de Libia- se acerca a dos semanas en el mar sin que le hayan asignado un puerto seguro para el desembarco, una situación que los rescatistas califican como "la nueva realidad", en momentos en que Europa no logra una respuesta sistemática al drama migratorio.
"Es una completa vergüenza. Esto es inhumano", dijo ayer, por teléfono satelital, Jay Berger, coordinador de proyectos de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el Ocean Viking.
"Deben tomarse medidas concretas. Así no es como se debe tratar a la gente", señaló Berger. "Dejar a migrantes en barcos de rescate durante semanas hasta que la crisis se convierta en una emergencia se está convirtiendo en la nueva norma. No estamos tratando de forzar nuestra entrada en aguas italianas o maltesas. Estamos esperando una solución, pero está tardando demasiado", añadió.
El Ocean Viking realizó cuatro rescates ante las costas de Libia entre el 9 y el 12 de agosto, y lleva 13 días esperando autorización para llevar a los migrantes a puerto. La embarcación, con capacidad para 200 pasajeros, navega entre Malta y la isla italiana de Linosa, en el sur de la península, y se mantiene alejada de la costa para evitar excitar a los migrantes rescatados.
El buque de bandera noruega ha sido rechazado por Malta y sus dos peticiones a las autoridades italianas no han obtenido respuesta, dijeron las ONG.
El barco transporta principalmente migrantes procedentes de Sudán. Entre ellos hay más de 100 menores, 90 de ellos no acompañados y tres con menos de cinco años, informó MSF.
Ansiedad
Berger dijo que la situación a bordo permanece "manejable", pero aumenta la ansiedad sobre lo que podría suceder en caso de que se extienda la indefinición. Los migrantes temen sobre todo que los devuelvan a Libia, en donde muchos padecieron torturas y detención, agregó el coordinador de MSF.
"Cuanto más tiempo pasemos en el mar, más difícil será que confíen en nosotros", dijo. "Dos semanas ya es demasiado tiempo".
Hasta ahora, no ha habido emergencias médicas ni brotes de tensión, como fue el caso en el buque de rescate español Open Arms, que fue desembarcado el martes pasado en la isla italiana de Lampedusa, después de que un fiscal ordenó la captura del navío como parte de una investigación sobre posibles cargos de secuestro, no lograr proporcionar ayuda y un puerto seguro.
A diferencia del Ocean Viking, al Open Arms le tuvieron que dar permiso de entrar a aguas italianas después de que una corte administrativa determinó que podía acceder al puerto. Una apelación a ese fallo presentada por el intransigente ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, todavía está pendiente.
La difícil situación del Ocean Viking, gestionado por MSF y otra ONG francesa, SOS Méditerranée, amenaza con convertirse en otro pulso migratorio con Italia si decide dirigirse hacia sus costas, tras semanas de controversia en torno al Open Arms.
Roma ha prohibido la entrada de barcos de rescate privados que operan frente a las costas de Libia en aguas internacionales cercanas a Italia. Salvini los llama "taxis" para traficantes de personas y advierte que su país no debería ser "el campo de refugiados del continente europeo".
Agencias Reuters y AP
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