Una escalada de violencia narco golpea al mayor puerto del Mediterráneo

MARSELLA.- La violencia del narcotráfico que se suele asociar con algunos distritos del norte de México, con violentas disputas entre carteles rivales, tiene su símil europeo en Marsella, donde el estallido de guerras territoriales tiene en vilo a la segunda ciudad de Francia y mayor puerto del Mediterráneo.

Los asesinatos y ajustes de cuentas entre las bandas escalaron al punto que la fiscal de la ciudad, Dominique Laures, advirtió días atrás que Marsella se enfrenta a “un momento muy difícil”, definido categóricamente por “una crueldad extrema y una falta total de humanidad”.

Durante el fin de semana, tres hombres fueron asesinados en un ajuste de cuentas vinculado al tráfico local de drogas, que se cree que genera ganancias de millones de euros al mes a los cárteles competidores.

A una de las víctimas, un hombre de 27 años, lo metieron en el baúl de auto, que luego prendieron fuego. Lo quemaron vivo. “La autopsia mostró que estaba vivo en el momento en que se incendió el auto, había inhalado vapores y hollín que lo llevaron a la muerte”, dijo la fiscal.

Y el miércoles pasado, a plena luz del día, un chico de 14 años, Rayanne, fue asesinado a tiros en la espalda por dos personas en una moto armadas con al menos un rifle de asalto estilo Kalashnikov. Él y un amigo habían ido a comerse un sándwich en una de las urbanizaciones más pobres de la ciudad. Otro chico de 14 años y otro de ocho resultaron heridos en el ataque.

“Este nuevo episodio de violencia no disminuirá de ninguna manera la determinación de nuestros servicios estatales de combatir la ola de delitos relacionados con las drogas y las armas y hacer todo lo que esté a nuestro alcance para encontrar a los sospechosos”, dijo en un comunicado el jefe de la policía de Marsella, Frédérique Camilleri.

Marsella se destaca de otras ciudades como París o Lyon por su predominio de Kalashnikovs y armas automáticas y el hecho de que los asesinatos relacionados con las drogas y los ataques violentos a menudo tienen lugar en público para sembrar el miedo entre los jóvenes.

Según el diario británico The Guardian, se estima que las bandas de narcotraficantes llenaron un vacío en la ciudad desindustrializada, donde algunos bloques de departamentos en los barrios del norte tienen un 70% de desempleo juvenil y altas tasas de deserción escolar son altas.

Nathalie Roche, exjueza de menores de la ciudad, dijo que los jóvenes a menudo se veían obligados a vigilar a los traficantes de drogas y se veían cada vez más involucrados en la violencia, incluida la “tortura y el secuestro”, como una forma de infundir miedo en las comunidades.