
Una tragedia que indigna, pero que casi no sorprende
Existía temor ante un posible ataque
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MADRID (De nuestra corresponsal).- La noticia del asesinato de otro concejal pareció provocar más indignación que sorpresa en la sociedad española que, a costa de los sucesivos crímenes de ETA, comienza a desarrollar extraños mecanismos de reacción. Después de alguna acción -política o policial- contra la banda, se advierten síntomas de inquietud por una eventual respuesta.
No es algo expreso. Pero se palpa. Ayer, hasta el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, aludió a ese fenómeno cuando admitió que el nuevo crimen "pudo ser una respuesta" al acuerdo antiterrorista firmado por los partidos mayoritarios.
Aunque, de inmediato amplió su concepto y añadió: "Pero también es cierto que ETA mata cuando puede. Y en este caso, pudo. Y hoy estamos más fuertes contra la banda, después de haber firmado el pacto".
Casado y padre de dos hijas, el concejal no llevaba custodia. Había hecho hace poco el denominado "curso de autoprotección" que se ofrece a ediles de todos los partidos. Según se supo, su familia le había solicitado varias veces que dejara la actividad política "por temor a que sufriera un atentado".
Sobrevivió tres horas
Los primeros indicios de la investigación revelan que Francisco Cano condujo su camioneta Citro‘n por lo menos durante tres horas con la bomba adosada en el chasis. Y que, durante ese trayecto, una persona subió y bajó del rodado sin sufrir consecuencias.
El vehículo de Cano estalló a las 10.45 (las 6.45 en la Argentina) cuando circulaba por la zona de Viladecavalls, donde Cano era concejal. Pese al poder de la bomba, que provocó una gran onda expansiva, el edil sobrevivió tres horas, hasta que murió en el centro asistencial al que había sido trasladado.
Una vez más, los españoles asistió anoche al rito de las jornadas de luto, el desfile de público y dirigentes políticos ante la capilla ardiente y la convocatoria a marchas de rechazo a la violencia etarra.
Desde el rey Juan Carlos hacia abajo, se multiplicaban anoche las expresiones de condena por lo ocurrido. Con excepción de fuerzas afines a la actividad de ETA, como Euskal Herritarrok (EH), gobernante en varios pueblos del País Vasco.
Al mismo tiempo, se conoció ayer un nuevo sondeo de opinión realizado por la Universidad del País Vasco según el cual se "debilita y enfría" en la región el sentimiento nacionalista, si bien se mantiene en 30 el porcentaje de consultados que se declara a favor de la independencia.

