En Expiación, deseo y pecado, la película de 2007 de Joe Wright basada en la poderosa novela de Ian McEwan, la figura de Paul Marshall parece un satélite de los protagonistas y, sin embargo, deja una impronta. En primera instancia, porque el drama romántico, al serle fiel a la novela, respeta el germen narrativo de que cada personaje de la historia representa un punto de vista, una ficha de dominó más que hilvana el destino trágico de la pareja central. En segunda instancia, porque lo interpreta Benedict Cumberbatch , un actor que sabe cómo ponerse en la piel de hombres complejos, outsiders, nunca del todo integrados a la sociedad, nunca del todo descifrables.
Desde su inolvidable Sherlock Holmes en la creación televisiva de Steven Moffat y Mark Gattis, hasta su incorporación al universo Marvel con Doctor Strange- quien hará su regreso en Avengers: Endgame el 25 de abril de este año-, Cumberbatch confiesa sentirse cómodo en la incomodidad. "Advertí de manera temprana que, aunque nunca quise que me encasillaran en un prototipo de personaje, estaba interpretando a intelectuales psicópatas ligeramente asexuados", declaró. Hay algo de cierto en sus palabras, como también en su concepción de la actuación como un medio para aceptar la mortalidad. "Estar en contacto con eso es importante, te hace darte cuenta de que en la vida solo te queda vivir todo al máximo, respetar cada segundo, encontrar lo sagrado y dar las gracias. Una de las cosas más profundas que experimentamos es lidiar con la muerte por primera vez", expresa, en cierta forma argumentado la razón por la cual suele personificar a figuras reales - como el matemático Alan Turing en El código enigma, papel que le valió una nominación al Oscar-, que están fuertemente condicionadas por el contexto.
Este lunes, el actor estará presente en nuestras pantallas, precisamente con dos biopics: la película Brexit y la miniserie Patrick Melrose, lideradas por dos personajes que suplen esa necesidad del actor por acariciar lo áspero.
Brexit: el terremoto político, bajo la lupa
"Mandale el guión, pero no lo va a hacer, es Benedict Cumberbatch, es un superhéroe de Marvel", dijo el autor James Graham cuando tanto él como el realizador Toby Haynes estaban intentando que el actor acepte protagonizar Brexit, el thriller político que esta noche estrena HBO. Para sorpresa de ambos, el británico se sumó sin titubear al proyecto porque "sabía que era algo que teníamos que contar ahora".
Cumberbatch nuevamente abordó una figura compleja: la de Dominic Cummings, el asesor político que movió los hilos de la campaña "Vote Leave", el movimiento que fomentaba que el Reino Unido abandonara la Unión Europea, el cual propulsó a través de afiches con frases cortas y efectivas ("Vota por la salida, toma el control"), propias de un buen estratega cuya energía estaba puesta al servicio de ganar el referéndum. El estreno de Brexit coincide con el reciente proyecto que presentó la primera ministra Theresa May en el Parlamento para sacar a Gran Bretaña de la UE, luego de que el "plan A" fuera rechazado por un margen histórico. "No me metí en este proyecto a ciegas, sé que la gente tendrá sentimientos muy fuertes y encontrados", explicó Haynes, cineasta que ya había dirigido a Cumberbatch en Sherlock, y quien encontró en Graham al guionista ideal para adaptar las obras de Tim Shipman - editor político del Sunday Times - y Craig Oliver - ex jefe de prensa del primer ministro David Cameron-, dado que su vasta experiencia como dramaturgo incluye obras sobre los tejes y manejes de la política, como El voto y La coalición.
Brexit parte de varios interrogantes que aún hoy siguen sobrevolando la estrategia de Cummings, desde si se cometieron irregularidades en la campaña, hasta cómo se utilizaron las redes sociales para persuadir a votantes indecisos. "¿Cómo llegamos al punto de que nuestro país vote de una manera que no esperábamos? Con la película intentamos responderlo", explicó el realizador. Cumberbatch, por su parte, pone el acento en el timing del lanzamiento del film. "Cada día surge un nuevo drama basado en políticas reales, y el objetivo de esta película es que podamos adquirir perspectiva, mirarla y aprender cosas que quizá se desconocían", remarcó el camaleónico actor.
Patrick Melrose: fascinante retrato de un hombre torturado
Por otro lado, también podremos disfrutar de otra gran interpretación de Cumberbatch - posiblemente la mejor de su carrera - en Patrick Melrose, la miniserie de 2018 del alemán Edward Berger, que se emitirá en cinco entregas, todos los lunes a las 21, por OnDirecTV, y que recibió nominaciones al Emmy y al Globo de Oro. Basada en la pentalogía del autor británico Edward St. Aubyn (Da lo mismo, Malas noticias, Algo de esperanza, Leche materna y Por fin, adaptadas por David Nicholls), Patrick Melrose sigue a este aristócrata que funciona como álter ego del escritor, y lo hace alterando las líneas temporales para ilustrar con contundencia por qué Patrick se comporta de manera autodestructiva tanto en su adolescencia como en su vida adulta.
El primer episodio funciona como perfecta carta de presentación de una historia apabullante, una mezcla de las ideas visuales del Terry Gilliam de Pánico y locura en Las Vegas con la prosa descarnada del William Burroughs de Yonqui. Patrick recibe un llamado que le comunica la muerte de su padre, y viaja de Londres a Nueva York para buscar las cenizas. Su travesía está signada por el consumo desenfrenado de drogas, y por la incapacidad de procesar el fallecimiento de una persona que abusó sexualmente de él cuando era un niño, etapa que se explora en el segundo capítulo de la miniserie, ambientado en una campiña francesa de los 60, donde el horror se esconde en un escenario bucólico. Es ese contraste entre el vértigo del Patrick adulto y los flashbacks de su niñez que muestran cómo su pánico es ignorado por su propia madre - y por un entorno fascinado por los discretos encantos de la burguesía - la clave del éxito de la adaptación de Nicholls.
"El desafío fue equilibrar lo visualmente poderoso, lo frenético, el caos, con todo lo que le sucede a Patrick en su cabeza, desde sus frases más divertidas hasta los momentos de introspección cuando está sobrio. Estamos conociendo a un hombre que está al borde del precipicio, que no tiene ningún propósito en la vida", explica Cumberbatch respecto a un personaje que se va transformando a través de las décadas, y a medida que su lucha por no convertirse en su padre lo arrastra hacia lo abyecto. Encontrarle un significado a lo cotidiano es el leit motiv de esta miniserie en la que las escenas silenciosas son incluso más violentas que las que están ancladas en el ruido neoyorkino.
Apuntalado por grandes actuaciones de Hugo Weaving y Jennifer Jason Leigh, Cumberbatch explora todas las aristas de Patrick con una entrega conmovedora hacia ese sujeto que elude "las serpientes del paraíso", para eventualmente reconocerse como un sobreviviente. "Un hombre podría morirse, simplemente, por no ser capaz de soportar la idea de permanecer dentro de su cuerpo", escribió Burroughs en Yonqui. Patrick Melrose toma esa declaración y la hace propia al inyectarle esperanza, una luz al final del túnel, una suerte de milagro.
Cuándo y dónde verlas.
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