Carnival Row: un mundo fantástico leído en clave política
Carnival Row (Estados Unidos, 2019). Creadores: Travis Beacham y René Echavarría. Elenco: Orlando Bloom, Cara Delevingne, Karla Crome, Arty Froushan, Indira Varma, Jared Harris, Tamzin Merchant. Disponible en: Amazon Prime Video. Nuestra opinión: regular.
El imaginario de la Inglaterra victoriana y sus múltiples mundos subterráneos ha sido uno de los territorios más fértiles de la historia para la narrativa fantástica. Lo prueban no solo los grandes manifiestos del siglo XIX como Carmilla de Le Fanu y El retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde, sino la frondosa producción posterior, tanto literaria como cinematográfica, deudora de aquel fascinante período. Pero en Carnival Row, la nueva apuesta fantástica de Amazon Prime Video, el escenario de chimeneas humeantes y callejones en penumbra se convierte apenas en un decorado del épico exilio de las sobrevivientes de un país de hadas, en un mundo tan oscuro y desconcertante como el contemporáneo.
La serie creada por Travis Beacham y René Echavarría tiene dos claras ambiciones: ocupar el lugar vacante que ha dejado Game of Thrones y ofrecer una lectura política de la crisis de los migrantes y la convulsa Europa del presente en clave fantástica. En el primer caso, toma prestadas las vestiduras del prestigio estético que definió a la serie de HBO, sin nunca alcanzar el complejo entramado narrativo que definió a la creación de George R. R. Martin. Aquí todo parece plástico y superficial, con el necesario condimento del voluptuoso erotismo y la convivencia obligada de distintos linajes con agendas dispares. Los habitantes de este Burgos cosmopolita, que intenta evocar al Westeros medieval, carecen no solo de la dimensión psicológica que necesita el trasfondo de sus disputas –carencia agravada por las limitadas actuaciones–, sino también de la mística que necesita toda leyenda por más moderna que sea. En el segundo, la lectura oscila entre la obviedad de la metáfora y la simpleza de su presentación, en la que la llegada de los barcos con hadas moribundas luego de la destrucción de su hogar se convierte en la más sofisticada declaración.
El hilo conductor del relato es la historia de amor entre el inspector Philostrate (Orlando Bloom), una especie de Sherlock Holmes tras la pista de criminales racistas, y la joven Vignette (Cara Delevingne), un hada emigrada luego de la destrucción de su patria hacia ese nuevo mundo de servidumbre y prostitución para su raza. Sobre ellos ronda el pasado de una cruenta guerra, la amenaza de míticos monstruos y un escenario ruinoso de mezquindades y explotación. Pero la serie no logra nutrirse de la riqueza del mundo victoriano como GOT lo había hecho con el dramatismo de la Edad Media, por ello sus personajes deambulan como siluetas en un tablero prefabricado, que no logra emocionarnos ni causarnos verdadera desazón.
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