El arduo camino del aprendizaje

"Sabiduría garantizada" ("Elerleuchtung gatantiert", Alemania/1999). Dirección: Doris Dörrie. Con Uwe Ochsenknecht, Gustav-Peter Wohler, Petra Zieser, Ulrike Kriene y otros. Guión: Doris Dörrie y Ruth Stadler. Fotografía: Hans Karl Hu. Presentada por Primer Plano Film Group. Duración: 108 minutos. Calificación: apta para todo público.
Nuestra opinión: buena.

Trascender los límites de los propios conflictos y conducirse naturalmente resumen las vías de la libertad. Estas son algunas de las enseñanzas del zen, un estado de conciencia propio de la milenaria meditación budista. Doris Dšrrie, una de las más inteligentes realizadoras alemanas, de quien aquí se estrenaron "Nadie me quiere" y "¿Soy linda?", retorna con "Sabiduría garantizada" a esa narración en la que emparienta lo cotidiano con lo intelectual, sin complicar la comprensión total de la historia.

Hay aquí dos hermanos, Gustav y Uwe, a los que la vida les juega malas pasadas y entran en una espiral de crisis que, al principio, no saben cómo resolver. Gustav es un maniático del zen, filosofía a la que cosidera la pócima mágica para desterrar todos sus malestares físicos y mentales. Uwe, en cambio, es realista y debe enfrentarse con una esposa y con sus hijos que, de pronto, lo abandonan sin una clara explicación.

Perdedores sin remedio, deciden pasar una temporada en un monasterio zen de Japón en busca de paz interior. Unidos en sus calamidades, ambos empeoran considerablemente al perderse en la jungla de cemento de un Tokio moderno y deslumbrante, y sin dinero, sin tarjetas de crédito y sin un yen en sus bolsillos deambulan por esa gigantesca ciudad con la sensación de estar en otro planeta. Las cosas más simples son para ellos retos enormes, y las situaciones trágicas se tornan divertidas.

En busca de uno mismo

Finalmente, y ya en el monasterio, los hermanos comprueban que habitar en ese sitio no es la panacea universal. Los monjes poseen antiguas costumbres que distan mucho de la normalidad de la existencia moderna. Pero esa convivencia los acercará a un entendimiento de los modos más variados e indirectos. Uwe, el más rebelde, comienza a experimentar un sentimiento que cree es la felicidad añorada. Gustav, por su parte, se esmera en registrar cada una de las peripecias con su cámara digital, una especie de diario cotidiano que le va marcando las horas de trabajo, de meditación y de cierta apatía.

Doris Dörrie es, sin duda, una realizadora que sabe calar hondo en sus personajes. En este film apela al despojamiento de ese aparato de producción habitual y procura convertir la trama en un documental, mientras sigue férreamente el recorrido de sus personajes en sus caminos errantes y de inesperados aprendizajes.

Pero la realizadora se enamora demasiado de esas patéticas criaturas y lo que podía ser un film ágil que contrapone dos culturas distintas y dos problemáticas personales alejadas entre sí, la trama pierde bastante tiempo en reiterar situaciones y en intentar seducir con alguna sorpresa algo traída de los cabellos.

Pero pese a estas puntualizaciones, "Sabiduría garantizada" queda como una película agradable, original por su factura técnica y hábilmente interpretada. Tanto Uwe Ochsenknecht como Gustav-Peter Wohler y el resto del elenco salieron airosos de este viaje hacia una felicidad que, para ambos hermanos, se transforma en el descubrimiento de un nuevo estilo de actuar frente a la vida.

Por Adolfo C. Martínez

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