"La demolición", del teatro al cine
Adapta la obra de Ricardo Cardoso
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En una tranquila calle de Avellaneda se levanta un vetusto edificio de lo que fue un lavadero de lana. Allí, entre fardos, herramientas y máquinas gastadas por el uso, el director Marcelo Mangone dirige "La demolición", adaptación de una obra teatral que, hace dos años, se convirtió en un éxito de público y de crítica en el escenario de Andamio 90. Las luces, metros de cables y una cámara que se desliza silenciosamente por los pisos derruidos por el tiempo son manejados con pericia por un joven equipo técnico, mientras Mangone marca a Enrique Liporace y a Jorge Paccini una de las escenas fundamentales de la historia.
Un intervalo para preparar la siguiente toma se vuelve propicio para dialogar con el realizador. "La idea de llevar al cine «La demolición» –expresa Mangone a LA NACION– surgió cuando vi la pieza en el escenario y me fascinó su tema y su mensaje. Conversé con Ricardo Cardoso, su autor, y comenzamos a planificar el guión, lo que nos llevó bastante tiempo y mucha paciencia."
–La obra teatral tiene sólo dos protagonistas. ¿Cómo se desarrolló su traslación al cine para quitarle esa atmósfera escénica?
–Precisamente ése fue uno de los problemas mayores. La pieza muestra a Beto, un hombre obstinado en defender su lugar de trabajo, el de toda su vida. Parece un loco que no acepta el paso del tiempo y pide explicaciones que nadie da, y a otro individuo que llega a esa fábrica con la misión de demoler el edificio. El guión, que escribí en colaboración con el propio Cardoso, necesitaba de otros personajes que, a modo de coro, se insertasen en la historia. Así armamos un relato en el que se habla de la exaltación de la dignidad humana y de los problemas que, de una manera u otra, enfrentamos todos los argentinos de hoy.
"El film –interviene Enrique Liporace– trata de la pérdida de las utopías, del lugar que ocupan los hombres en este nuevo mundo de cambios que se vive, pero también se refiere a la lucha por transmitir fuerza y voluntad de coraje." Jorge Paccini, intervino junto con Liporace en la pieza teatral, apunta: "Cuando Mangone me convocó para esta oportunidad me sentí muy feliz de poder encarnar el mismo papel que había desempeñado en el escenario. La obra, y ahora el guión, es fundamentalmente un homenaje al trabajo que en un tono de comedia dramática, quizá nuestro grotesco, exalta el tema de la dignidad humana. Mi personaje es el que llega a la fábrica para demolerla, aunque está apresado también por la misma realidad que la de Beto, pero desde otro punto de vista: el de la inestabilidad, el del trabajo en negro y el del miedo a perder todo de un momento para otro".
–¿Ven en la temática de "La demolición" la esperanza o la desesperanza?
Enrique Liporace: –Sin duda, vemos la esperanza, que creo que no debemos perder nunca. La historia jamás cae en el melodramatismo ni en falsas reacciones grandilocuentes. "La demolición" es la simpleza de lo cotidiano vista con mirada esperanzada.
Marcelo Mangone, que tras su primer largometraje, "Natural" –todavía no estrenado comercialmente–, dirige "La demolición", dice: "Creo que la cinematografía nacional está ganando espectadores sobre la base de temáticas cercanas a lo que nos pasa como habitantes de un país en permanente crisis. Esta película es para ese público, para que disfrute y reflexione en torno de un conflicto de todos los días y en todos los niveles sociales".
El elenco central se completa con Roly Serrano, Marcelo Mazzarello y Mimí Ardú. El terceto no puede ocultar su satisfacción por hallarse ligados a un film "tan entrañable como actual", dicen. "La película –dice Serrano– señala que no todo está perdido, que la lucha diaria sirve para dignificar." Mazzarello agrega que "la película es, también, una metáfora de nuestra Argentina y una posición ideológica vista sin trampas ni mentiras".
Mimí Ardú, revelación cinematográfica a partir de "El bonaerense", de Pablo Trapero, finaliza el diálogo: "En el cine no se puede mentir y, en lo personal, me siento identificada con personajes como el del film, que nos radiografía con fuerza y sin pudor".



