Reírse del peligro nuclear
La amenaza de una bomba capaz de terminar con la vida del planeta Tierra no parece el mejor material para hacer una comedia. También es cierto que no hay mejor antídoto frente al miedo y la incertidumbre que la risa. Stanley Kubrick tal vez pensó en eso cuando filmó en plena Guerra Fría una comedia sobre la posibilidad, muy real en ese momento, de que alguien apretara un botón y trajera el fin del mundo. Dr. Insólito (o cómo aprendí a no preocuparme y amar la bomba) es una de las mejores comedias de todos los tiempos y una de las más oscuras. El talentoso Peter Sellers interpreta a múltiples personajes en este film que imagina el peor escenario al que podría haber llegado el enfrentamiento de los Estados Unidos y la Unión Soviética. Aunque los tiempos cambiaron, el peligro de que uno de los líderes de las potencias nucleares decida atacar a otra parte del mundo sigue vigente. Dr. Insólito puede ser un buen refugio de la horrenda realidad.
Dr. Insólito, de Stanley Kubrick
Hoy y mañana, a las 18, en el Cultural San Martín
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