Se eleva la temperatura: nuevos cruces entre Scarlett Johansson y Disney

El enfrentamiento entre Scarlett Johansson y Disney sumó nuevos episodios en el comienzo del fin de semana y amenaza con profundizarse a partir de estos cruces. La actriz, a través de sus abogados, acusó este sábado al estudio de “tratar de ocultar su mala conducta” después de conocerse la presentación judicial que hizo Disney a última hora del viernes, en la que pide llevar la causa judicial a una instancia de arbitraje privado.

El conflicto estalló el 29 de julio, cuando Johansson hizo una presentación judicial en Los Angeles acusando a Disney de haberle hecho perder muchísimo dinero por la decisión “unilateral” de la compañía de estrenar la película Black Widow (de la que es protagonista) al mismo tiempo en los cines y en streaming. En el pedido de juicio, Johansson agrega que la decisión terminó beneficiando económicamente “a expensas de ella” a los principales ejecutivos del estudio. Disney respondió a la demanda y el enfrentamiento tuvo una rápida escalada. Ahora, las consecuencias están a la vista y la posibilidad de un acuerdo aparece cada vez más lejana.

“Después de la respuesta inicial, que resultó un ataque misógino contra Scarlett Johansson, Disney trata ahora de ocultar, de manera previsible, su mala conducta a través de un arbitraje confidencial”, señaló el abogado de la actriz, John Berlinski. “¿Por qué Disney –se preguntó- tiene tanto miedo de mantener este caso en una instancia pública? Porque se sabe que la promesa que hizo Marvel de darle a Black Widow un estreno tradicional en cines tenía al final que ver con la decisión de desguazar los ingresos de taquilla y estimular al mismo tiempo las suscripciones a Disney+. Esto es lo que realmente pasó y vamos a probarlo con evidencia contundente”.

Lo que pide el estudio es que el litigio se someta a una instancia conocida en Estados Unidos como arbitraje privado (arbitration), que permite a las partes enfrentadas por temas contractuales a someter de común acuerdo sus diferencias a través de un servicio de justicia alternativo que brinda el Poder Judicial con el fin de lograr una resolución rápida y aceptada por todos. La alternativa, además, se distingue de los procedimientos judiciales habituales porque es mucho más reservada. Para que se ponga en marcha, el arbitraje debe ser aceptado voluntariamente y por escrito por las dos partes, algo que a partir de la reacción de los abogados de Johansson no parece posible.

Al presentar en representación de Disney el pedido para llevar el juicio a un arbitraje privado, el abogado Daniel Petrocelli dijo que el estudio cumplió con la obligación contractual de darle a Black Widow un estreno “amplio” en los cines, pero aclaró que nada en ese mismo contrato los obligaba a lanzar la película exclusivamente en las salas. Agregó que Black Widow tuvo en los cines, a pesar del contexto pandémico, un “mejor desempeño” que otros títulos del universo Marvel, lo que habría beneficiado a Johansson.

El centro del conflicto está justamente en ese contrato, firmado originalmente en 2017. Según Johansson, el máximo representante legal de Marvel (el estudio bajo el cual se produjo Black Widow) garantizó en 2019 que el estreno de la película se iba a hacer con características similares a las de sus películas previas.

La actriz, en su demanda, argumenta que el contrato que firmó con Marvel fue violado, pero la presentación judicial fue hecha contra Disney (la empresa madre dentro de la cual funciona Marvel) porque supuestamente habría alterado los términos de aquel acuerdo original para estimular el crecimiento de los abonados a la plataforma Disney+, que en 2017 no existía. Johansson argumenta que esa movida enriqueció al estudio (y a sus ejecutivos), pero le hizo perder ingresos, porque su salario final no incluyó las ganancias obtenidas por la película en su paso por el streaming.